Ismael Ortiz Romero Cuevas
No es nuevo decir que “Stranger Things” se ha convertido en una de las producciones emblema de la plataforma Netflix. Desde que se estrenó en 2016, nos dejó a todos con un recorrido de emociones como hacía mucho no se hacía en algún otro drama, ya sea de cine o de televisión. Es cierto, la temporada uno tuvo sus detalles, pero aún así, tuvo los elementos y ‘timing’ necesario para que en pocos meses, fuera catalogada ya como una serie de culto.
Y es que a quienes conforman esta generación millennial, les encantó la trama llena de misterio y fantasía que combinada con el ritmo de la serie más el carisma de los niños protagonistas, hizo una historia al mismo tiempo vertiginosa y emotiva. A los que somos un poco más grandes, a quienes conformamos la generación X, a parte de todo lo anterior, nos dieron justo en la nostalgia, pues notamos referencias a cintas simbólicas ochenteras, desde “Cuenta conmigo”, “Cujo”, “Eso”, “E. T. El extraterrestre” y casi a todas las basadas en novelas de Stephen King y de Steven Spielberg; además de su fantástica banda sonora que incluía temas que iban desde Michael Jackson, Madonna hasta The Clash y que no solo nos hizo seguirla, sino amarla. De la primer temporada a la segunda, hubo una evolución importante, pues aunque en la primera entrega vimos la historia centrarse en la desaparición de Will Byer (Noah Schnapp) y las aventuras de sus amigos para resolver el misterio más el drama de Joyce (Winona Ryder) por la pérdida de su hijo, en la segunda nos llenaron la serie de sub tramas que dejaron la puerta abierta a más posibilidades de alargar la historia.
Así, el pasado 04 de julio se estrenó la esperadísima temporada número tres, que como ya sabemos, se ubica en 1985, es decir, un año después de donde se ubica la temporada anterior y eso, quizá para justificar de forma más real el crecimiento de los niños protagonistas. Conformada por ocho capítulos, nuevamente atestiguamos una evolución si bien lógica, en muchas ocasiones resulta en circunstancias un tanto predecibles. La crítica ha catalogado a esta entrega como la mejor de las tres, y quizá sí lo sea para quienes la han seguido desde el principio, aunque es justamente ese público cautivo que ha notado ciertos detalles que no los han convencido del todo.
Uno de esos pormenores es lo que a leguas se nota: los acuerdos comerciales a los que Netflix llegó para tener la producción de la calidad que nos han entregado; vemos marcas de ropa, de tenis, de juegos de video, etc., pero el colmo fue el gran comercial de Coca-Cola del que sin tapujos presentan; pues incluso hay un capitulo en el que los chicos se la pasan hablando quizá más de un minuto de lo “deliciosa que es la nueva New Coke”, una gaseosa que justamente el emporio refresquero presentaba en 1985, año en que se desarrollan los acontecimientos.
La tercera temporada como cualquier serie de televisión cuenta con algunos detalles que nos podrán gustar o no; pero en realidad se vuelven mínimos al descubrir que las tramas alternativas se vuelven más maduras e interesantes, que los chicos pasan a la adolescencia de una forma divertida y tierna; no importan también si ponemos atención en la producción, en los efectos, en la fotografía, en la edición, en la iluminación y obviamente en las estupendas actuaciones (otra vez Winona Ryder se roba toda la serie). Sin temor a equivocarme, nuevamente estamos ante un espectáculo televisivo que nos vuelve a sorprender, presentándonos giros de trama sorprendentes, de esos que nos encantan a todos; además de un episodio final delirante, vamos, todo un espectáculo televisivo.
Podemos quejarnos de los comerciales o de las vueltas que le dan a las situaciones para llegar a lo que nos habíamos imaginado (sí, en ocasiones es muy, pero muy predecible), sin embargo, eso no le quita mérito a esta producción que nos vuelve a dejar asombrados y queriendo más. Los hermanos Duffer, creadores de la serie, dijeron en el momento de post-producción de esta T3, que “Stranger Things” estaba planeada para cuatro temporadas, sin embargo, muchos medios de comunicación y algunos youtubers que se dedican a esto de la farándula, han asegurado que Netflix se encuentra ya en negociaciones para producir dos temporadas más; eso, no sé si me alegra o no, pues para que una historia se vuelva épica, siempre hay que saber terminarla en el punto más alto. Y a todo esto, sí, hay que ver la T3 de “Stranger Things”, de a poco, pero sí verla.