Carlos R. Aguilar Jiménez.
La población que por herencias, estudios o profesión concluida satisfactoriamente, éxito en sus negocios o comercios, incluidos empresarios, industriales y financieros descalificados como neoliberales, además de burócratas y profes al servicio del gobierno recibiendo sus salarios sin trabajar, no han tenido problemas económicos para sobrellevar la cuarentena, mostrándose satisfechos por su privilegio, excepto, obviamente, los millones de habitantes que han perdido sus empleos y los dueños de negocios que han tenido que cerrar sintiéndose frustrados social y económicamente.
Dos años está por cumplir este gobierno que en campaña prometió nuestro país se convertiría en una nación exitosa como Canadá, en la que todos tendrían una vida y salario digno, terminaría la corrupción, habría millones de nuevos empleos, liquidaría la delincuencia y crimen organizado generando seguridad, protección social, salud y medicamentos para todos, y, relativamente, así es, porque la gente con poder adquisitivo sigue viviendo como siempre, gastando y comprando con calidad de vida debido a sus propiedades, inversiones o ahorros, a diferencia de los millones de desempleados que ha generado este gobierno por el pésimo manejo de la pandemia al llevar a México al ominoso tercer lugar en muertos de 193 países, sin considerar la caída del crecimiento económico y PIB a tal nivel que durante este sexenio no habrá forma de recuperación siquiera parecida a la que se vivía en sexenios anteriores. Frustración social es la que se vive la clase media y media baja, pero especialmente los pobres y paupérrimos, quienes por el mal manejo de la pandemia han perdido familiares y amigos que de ser atendidos a tiempo y con excelencia médica quizá vivieran, pero al margen de las causas que sean, lo cierto es que un creciente sector de la sociedad siente frustración social, quizá usted no y tampoco los devotos seguidores del presidente que cobran su sueldo cada quincena y además no quieren pagar impuestos, pero si lo sufren quienes no tienen para comer y menos para adquirir una computadora para que sus hijos estudien, porque a punto de cumplir dos años este gobierno, quien sabe que informará el 1 de septiembre. Seguramente no mencionará los 70 mil muertos y contando, por Covid, la caída de la economía, perdida de empleos, miles de feminicidios, 54 mil asesinatos, secuestros, asaltos, incremento del poder del crimen organizado, el uso de la Guardia Nacional para detener migrantes, cancelar energías limpias, robo de combustibles, alejamiento de inversión extranjera, ruina de PEMEX y CFE, 12 millones de nuevos pobres, compras sin licitación, 450 mañaneras de autoelogios en amañadas conferencias de prensa que lo convierten en excelente comunicador de lo que le conviene al manejar sus propios datos, ocultando la realidad con denuncias a presidentes del pasado, a quienes si son culpables de delitos debiera encarcelar y no pedir consultas públicas. Los delitos se castigan por ley no por votación, aunque sirven para canalizar y soslayar el fracaso económico y frustración social progresiva..