Carlos R. Aguilar Jiménez.
Desde que los automóviles de gama baja nuevos y viejos se hicieron accesibles para las clases sociales medias e incluso para las más pobres económicamente de las ciudades, ahora en Oaxaca casi todos tienen un vehículo o dos, mi vecino, su familia en casa, por ejemplo, tiene cuatro y dos motocicletas que se suman a las decenas de miles de coches que a diario tienen que movilizarse por las estrechas e intransitables calles de la ciudad, que históricamente son las mismas desde mediados del siglo pasado y en desproporción entre un creciente número de automóviles y las mismas vialidades, sin que ningún gobierno, incluso el actual que tanto prometió realice alguna acción para mejorar la movilidad urbana.
El infame gobierno de Cué y su gabinete dedicándose a saquear el dinero público, engañaron vilmente diciendo que la ciudad contaría con CITYBUS, un medio de transporte público del que incluso se construyó su vialidad confinada y exclusiva e incluso se compraron autobuses articulados, sin que este gobierno haya sancionado por fraude a nadie y sin que continúe con el proyecto, dejando que la gente y automovilistas, como puedan, si pueden se movilicen en la ciudad a vuelta de rueda, sobre cientos de topes, sin que los semaforos tengan focos o sincronización y entre bloqueos, marchas y cientos de baches o miles de vehículos en doble fila, procurando a la vez evitar o salvarse de la rapiña y latrocinio de la Policía Vial, cuyos agentes son auténticos salteadores de caminos quienes mediante operativos se dedican a robar a conductores con cualquier pretexto o ardid y, sin que exista reciprocidad en su infame proceder, porque por un lado exigen a automovilistas o motociclistas cumplan con el reglamento de tránsito, por el otro, los asaltantes de la policía vial y, en particular su jefe, el más corrupto, no atienden ni resuelven ningún problemas vial dedicándose únicamente a conseguir dinero en base a la extorsión e intimidación, entre otras raterías y sin que ninguna autoridad relacionada con la movilidad urbana rehabilite y ponga en servicio el Libramiento Norte, vialidad que sería muy útil para desfogar la movilidad atascada del norte de la ciudad, y sin que tampoco prohíban el estacionamiento en todo el periférico o carretera internacional rescatando así dos carriles para la movilidad de autobuses y vehículos particulares, que permanecen todo el día con coches estacionados.
El número de vehículos en la ciudad y su movilidad no tiene proporción con las vialidades y así seguirá porque quienes pueden hacer algo o mucho al respecto: los gobernadores, no les importa ni interesa, porque al terminar su mandato huyen de Oaxaca, no se quedan a vivir aquí, así que a qué autoridad le va a interesar que se pueda uno mover en la ciudad, a ninguno, porque lo único que les interesa es el dinero y el poder despótico y nunca los problemas de la ciudad, ya sea movilidad, inseguridad o educación, y la gente aún así sigue votando para que la roben impunemente con la legalidad de una elección.