Carlos R. Aguilar Jiménez.
Haya ganado quien haya triunfado en las elecciones, lo cierto es que a partir de hoy comenzarán los cambios en el gobierno federal y municipal y si bien no en sentido físico porque oficialmente se entregará el poder hasta fin de año, aunque haya permutas en el poder legislativo antes, a partir de hoy ya nada será igual en Oaxaca en ninguno de los tres niveles de gobierno, porque desde el nivel federal y estatal, no será la misma relación con el nuevo presidente y menos si, como van las tendencias no es del mismo partido y, lo mismo ocurrirá a nivel municipal si no ganó el PRI.
Habrá cambios en el gobierno, pero principalmente de actitud y conducta, porque no es lo mismo saber que que el presidente es del mismo equipo y los amigos son de la misma banda de militantes y cuates, que de otro grupo o partido político antagonista; así que quienes aún ostentan poder y lo utilizan despótica y arbitrariamente, ahora saben que ya no tienen la misma influencia y que toda acción tendrá consecuencias de paquete completo, no solo en el ámbito administrativo, sino en el personal, dado que si para bien o mal con las influencias y poder que otorga tener un cargo público todo se acaba, quedan únicamente las consecuencias, principalmente entre quienes sin haber obtenido el cargo por elección popular, sino por decisión y nombramientos de políticos, están a punto de ser desempleados, tendrán que asumir las consecuencias, porque las promesas de campaña de todos los candidatos, especialmente de quien supongo ganó las elecciones, es acabar con la corrupción, y corrupción es abusar del poder para humillar a empleados, extorsionar a la gente y robarse el dinero de los impuestos para fines personales o políticos, a partir de hoy, sabiéndose ya quienes serán los nuevos gobernantes, los que aún están ocupado puestos administrativos en direcciones, jefaturas, coordinaciones y demás, deben asumir que nada es para siempre y en breve todo acabará, tendrán que dejar lujosas oficinas, liberar a burócratas que son sus esclavos, principalmente si son empleados de confianza, quedando únicamente las consecuencias de sus acciones, que si antes no eran condenadas, ahora se supone será diferente y tendrán consecuencias, por lo que aún están a tiempo de desfacer entuertos, limar asperezas y cambiar de actitud, trabajando los meses que aún les quedan en el cargo que ostentan para trabajar en pro de país, del estado, municipio y de la gente, que si no votó por ellos, si lo hizo por su jefe esperando que sus colaboradores y funcionarios estuviera a la altura de sus compromisos, como se espera de quienes ganaron estas elecciones y a partir del año próximo asumirán el poder, portando la banda presidencial o bastón de mando y jurando que si no cumplen honestamente con sus obligaciones, que el pueblo se los demande, protocolo que antes era intrascendente, pero que desde hoy podría ser diferente, porque ya nada será igual y los funcionarios corruptos y abusivos serán castigados, supongo…