Carlos R. Aguilar Jiménez.
“A diez días del inicio del ciclo escolar, organizaciones no gubernamentales y padres de familia pidieron a las autoridades educativas y de salud, restringir el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de grasas y azúcares al interior y exterior de las escuelas de educación básica” según publicación de TIEMPO, en plena contradicción de padres de familia, porque son ellos los únicos responsables de lo que hagan o no sus hijos, dado que todo depende de la educación, los principios básicas de conducta, y ética que se imparta en casa, en familia, especialmente con el ejemplo, si no, no sirve, es demagogia de María Soledad Juárez dirigente de la organización Por Un Mundo Mejor y palabrería oportunista de Víctor Ortiz, quien dice debe ser responsabilidad compartida.
Al respecto, el Dr. Paidopsiquiatra Deimos A. Aguilar Jiménez, mi ilustre hermano, en su libro: “Fábrica de Delincuentes” señala: “Niños y jóvenes aprenden desde muy temprano que hay que gozarla, sentaditos, aplastados frente al televisor o jugando todo el día a la caja idiota (XBox); comer hamburguesas, pizzas, pasteles o papas; los niños aprendiendo a jugar futbol o luchas, pero sin mover su cuerpo; las niñas sentadotas mandando mensajes o 5 horas en el teléfono sin utilizar su cuerpo y aumentando de peso… circunstancias que dependen absolutamente de los padres de familia, porque son ellos los responsables de la salud física y mental de sus hijos, no lo es la Secretaría de Salud, ni su Religión, los amigos o el gobierno. Es la familia la que educa, es la madre y el padre quienes deben enseñar a su hijos a ser respetuosos consigo mismos y con los demás, a tener una conducta irreprochable y digna en la vida, además de salud y belleza, no los profes de la escuela ni nadie más, porque fuera de casa únicamente se instruye, adiestra, alecciona, amaestra o adoctrina, ya sea para aprender un oficio, ejercer una profesión, proporcionar servicios, entretener, transportar o cualquier actividad o cosa que haga uno, pero la educación, lo que nos define e identifica como persona es la educación y esta solo se obtiene en casa con padres responsables; así que pretender que sea la Secretaría de Salud, el gobierno, la iglesia o la SEP, es ser convenenciero e irresponsable y, si los niños son obesos y los adultos gordos, es por desidia, irresponsabilidad o ignorancia, porque a diferencia de estratos sociales paupérrimos donde abundan los gordos y panzones, en clases sociales altas, son pocos, porque los educaron desde niños para cuidarse, hacer ejercicio, seguir dietas balanceadas y sobre todo, quererse a sí mismos; además tienen alta estima y buscan vivir sanos física y mentalmente, por lo que no se evitará la obesidad prohibiendo vendan sabripobres y carbohidratos baratos en escuelas o afuera, sino educando en familia y sobre todo, habituando a los niños a utilizar su cuerpo y a los jóvenes a hacer ejercicio, alejándolos de la televisión y el teléfono que luego resultan más inteligentes, estilizados y delgados que sus dueños