Ismael Ortiz Romero Cuevas.
La mañana del lunes 13 de agosto, amanecimos con la noticia de que Aretha Franklin, la reina del soul, se encontraba en lo que muchos portales describieron como: “sus últimos momentos”. Leímos que se encontraba gravemente enferma, rodeada de su familia y se esperaba su inminente deceso. Por supuesto que todos quienes amamos la música, nos pusimos en alerta para estar al pendiente de quien es considerada por la revista Rolling Stone, como “La mejor cantante de todos los tiempos”.
Y es que, si nos ponemos a hacer un recuento de la carrera de esta legendaria cantante, honestamente no terminaríamos en una sola entrega, pues su solo nombre es legendario. Una mujer revolucionaria, magnánima y con un talento sin igual; alguien que repudió ser una cantante de jazz del montón en la que su disquera, Columbia Records, quería que se convirtiera a mediados de la década de los sesentas. Una mujer que representa la lucha racial y alguien que reclamó Respeto, en el tiempo en el que las mujeres debían quedarse calladas. Parte de los logros en la carrera de Aretha Franklin, la reina del soul. Una mujer que supo evolucionar a las nuevas tendencias musicales, una mujer a quien no le dio miedo innovar, crear y producir nuevas formas de hacer música; lo que también es innegable, es que con su voz nos conquistó a muchos en el mundo entero.
Y quizá las personas de aquellos años, recordarán con nostalgia a la artista, que por cierto, tuvo una década de estancamiento en los setentas y un regreso impresionante en los ochentas, cuando entendió que sin traicionar a su género de música, podía fusionarlo con sonidos vanguardistas y así, la escuchamos cantar también disco, pop y rock. En 1987, fue la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama del Rock And Roll y en el 2005, fue la segunda mujer (la primera fue Madonna) en ingresar también al Salón de la Fama de Reino Unido. En los ochentas también, Aretha tuvo dos temas sumamente exitosos: I Knew You Were Waiting (For Me) a dúo con George Michael y el cual fue número uno en Billboard; y Freeway Of Love.
Pero quizá, el recuerdo más emblemático que muchos amantes más jóvenes de la música (jóvenes en el sentido de que estamos hablando de una carrera de más de 50 años), lo tenemos por la transmisión del primer concierto titulado Divas Live que en 1998, creó la cadena VH1 y que reunió a cantantes sumamente exitosas; ahí, Franklin compartió el escenario con Gloria Estefan, Shania Twain, Mariah Carey y Celine Dion. La actuación de Aretha en solitario en ese concierto, se limitó a interpretar únicamente dos temas: A Rose Is Still A Rose, corte que estaba promocionando del álbum que en ese año lanzaba y que se lo produjo nada menos que Sean P. Diddy y Lauren Hill, donde además, experimentaba por primera vez con ritmos más urbanos como el hip hop; y Chain Of Fools, uno de sus emblemáticos éxitos que interpretó a dueto con Mariah Carey. Solo esos temas bastaron para que se adueñara del escenario y supiéramos, quienes habíamos visto pocas veces actuar a Franklin (en esos tiempos no existía YouTube) saber que era una artista descomunal. Al final del show, el más visto por televisión de paga ese año por cierto, se hizo acompañar de las cuatro divas restantes, además de la compositora y cantante Carole King y cerrar el espectáculo cantando (You Make Me Feel) A Natural Woman, tema de la autoría de King y que Aretha había hecho su éxito décadas atrás. A pesar de verlo por televisión y a muy altas horas de la noche, nos emocionamos y la piel se nos puso chinita al ver en el escenario a las más grandes cantantes de la década, pero además, rindiendo una especie de homenaje a Aretha Franklin, que ponía de manifiesto que era de verdad, una de las más grandes cantantes e intérpretes que el planeta ha visto.
https://www.youtube.com/watch?v=Ng3JFevjEa4
Y nuevamente, Aretha Franklin entraba pisando fuerte al nuevo milenio. Seguía vigente, seguía siendo poderosa, seguía cantando como nadie y mostraba un carisma natural sin precedentes. Aretha ha sido galardonada con 18 Grammys, es Doctora Honoris Causa por la Universidad de Berklee y la Universidad de Yale; el presidente Bill Clinton le otorgó la medalla nacional de las artes y George W. Bush le concedió la medalla de la libertad; asimismo, el estado de Michigan declaró su voz como “Patrimonio Natural”.
El año pasado, Aretha anunció su retiro, pues lo rumores de su delicado estado de salud eran cada vez mayores; nunca dijo si eran ciertos o no, pero expuso que se retiraba de los conciertos, aunque seguiría grabando discos mientras su salud se lo permitiera. Esa noticia, le dio la vuelta al mundo en cuestión de segundos.
Así, esta semana supimos que los bisbiseos sobre su salud eran ciertos, la cantante, la gran, la proverbial, la revolucionaria, la diva Aretha Franklin se encuentra delicada de salud y rodeada de su familia. Artistas de la talla de Stevie Wonder, Beyoncé, Usher, Mariah Carey y Celine Dion entre otros, piden orar por quien fue su inspiración y su influencia. Por todo lo que representa Aretha para la música, para las artes y para el empoderamiento de las mujeres. La cantante que no teme decir sus preferencias políticas y ha cantado en la toma de posesión de tres presidentes emanados del partido demócrata: Jimmy Carter, Bill Clinton y Barak Obama; además de apoyar abiertamente a la ex candidata presidencial de ese partido Hillary Clinton; así de valiente siempre ha demostrado ser Aretha Franklin.
Y como todos, lo único seguro que tenemos en la vida es que nos vamos a morir, Aretha se debate y lucha por estar aún con sus seres queridos; y por eso, es pertinente recordar todo lo que ella es y representa no solo para el género de la música afroamericana, sino en general. Así que aunque su vida quizá (y quiero ser enfático en el “quizá”) se está apagando, la primera mujer afroamericana en aparecer en la portada de la revista Time, nos deja un legado de música, arrojo, vanguardia y talento. Aretha Franklin vivirá por siempre.
Y quiero culminar esta primera entrega de “PARÉNTESIS”, agradeciendo a todo el equipo de Columna Al Margen, y en especial al creador de este espacio, mi hermano Adrián Ortiz Romero, (sí, es mi hermano) por invitarme a compartir con ustedes algo de lo que me apasiona. Así que si ustedes lectores y las circunstancias me lo permiten, por aquí apareceré los martes y los jueves a partir de hoy. Agradezco comentarios y de antemano, gracias por leerme.