Ismael Ortiz Romero Cuevas
Seguramente, la gran mayoría de nosotros hemos visto actuar a Tina Turner aunque sea en un video de formato casero, algún especial de televisión o algunos de los tantos DVD’s o Blu Ray que se han editado con sus impresionantes actuaciones en directo. Y menciono esto, porque “La reina del rock”, celebró el pasado lunes 26 de noviembre, su aniversario número 79.
Cantante, compositora, bailarina, coreógrafa, productora y actriz, Tina es una de las artistas más completas que el planeta ha conocido y es referente en la música por más de 50 años. Sus altibajos amorosos y su tempestuosa vida, siempre han sido motivos de señalamientos y escándalos; incluso en 1993 se realizó la película de nombre “What’s Love Got to Do with It” (igual que una de sus canciones más famosas) con la actuación estelar de Angela Bassett como la mítica cantante y Laurence Fishburne como Ike Turner, aquél consagrado productor y músico que la descubre, la enamora y abusa de ella en todo sentido.
Pero la magia de Tina Turner, cuyo nombre real es Anna Mae Bullock no solo se refiere a la música que sin duda es por lo que se ha convertido en alguien completamente legendaria. La personalidad y fuerza que la caracterizan, ha hecho que mucha gente influyente la admire y la consideren una musa. A finales de los años 50 comienza su carrera al lado de su esposo Ike Turner, formando el dueto llamado Ike & Tina Turner; desde ahí, su potencia y carisma en el escenario fueron evidentes, opacando siempre a Ike en escena en todo sentido; se piensa que por ello, la maltrataba y la humillaba en privado. En esos años, éxitos como “River Deep, Mountain High” o “Proud Mary” los hicieron muy populares en el mundo de la música. Ella misma relata en su libro autobiográfico “I, Tina”, los abusos y violencia doméstica que sufría de parte de su marido, quien quizá inconscientemente, sentía celos del talento y belleza de Tina.
Otro tema y por lo que Tina es famosa también, es porqué posee el par de piernas más bellas del mundo. Durante muchos años, ese atractivo lo llevo como sello característico. Ella lo sabía y las lucía orgullosa con minifaldas que siempre realzaban esos atributos. Se decía que sus piernas parecían esculpidas a mano; incluso y sabiendo que ese atractivo era uno de sus mayores distintivos, su compañía disquera, la entonces todopoderosa EMI, se las aseguró por 10 millones de dólares. Es decir, ella fue la verdadera dueña de “las piernas del millón”.
Es justo cuando firma con el sello Capitol, propiedad de EMI, en 1983, que la carrera de Tina resurge y se llena de prestigio. Con esta compañía es cuando graba sus discos más exitosos entre los que destacan “Private Dancer” de 1984, con temas exitosísimos como “What’s Love Got To Do With It”, “Better Be Good To Me”, “Private Dancer” y “Let’s Stay Together”, además de que en 1985, gana cinco premios Grammy por este trabajo. Siguió “Break Every Rule” donde colaboraron con ella, artistas de la talla de Eric Clapton, Phil Collins y Steve Winwood. Ese éxito, la llevó a giras mundiales y a presentarse en 1988 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, cuando éste, era el más grande del mundo y 180 mil personas entraron a disfrutar de su vigoroso espectáculo; tras ese concierto, Tina se hizo acreedora a un Récord Guiness al realizar el espectáculo en vivo con la mayor entrada de la historia; hazaña que consiguió dos años más tarde también Paul McCartney.
Tina en el cine también ha sido simbólica. Participó en la adaptación cinematográfica de la ópera rock “Tommy” en 1975, escrita por el grupo The Who y dirigida por el mítico Ken Russel, donde actuó al lado del mismo Roger Daltrey del grupo autor del musical, Jack Nicholson, Elton John y Ann-Margret. En 1985 actuó también al lado de Mel Gibson en “Mad Max: Beyond Thunderdome” y dirigida por George Miller, interpretando a la villana Auntie Enity; para esta cinta, también colaboró con dos temas que fueron sumamente exitosos: “We Don’t Need Another Hero” y “One Of The Living”. En 1993, vuelve a aparecer en el cine en “El último gran héroe” al lado de Arnold Schwarzzengger, interpretando un pequeño papel. Además, en 1995, interpretó el tema “Goldeneye” de la película del agente 007 del mismo nombre, considerada la mejor canción hecha para el agente, hasta que apareció Adele con “Skyfall”.
Hablar de la carrera de Tina nos puede llevar varias entregas. Su influencia y talento siempre ha sido motivo de admiración y de respeto. Desde su posición política que nunca ha tenido tapujos en expresarla y que por eso renunció a su nacionalidad estadounidense adoptando la suiza; hasta aquél año 2000 cuando entristecimos porque afirmó, se retiraría de la música; cosa que no pasó, porque en 2008 regresó para celebrar sus cincuenta años de carrera con una nueva gira mundial cuando ella ya tenía 69 años. De ahí, se editó el disco “Tina Live” en 2013 y que es energía y poder puros. Elogiar a Tina sería una tarea titánica, no acabaríamos en días. Ahora sí, en el retiro completo de la música, no nos queda más que celebrar a quien forjó una de las estupendas carreras en el mundo de la música y el cine. Admirada por millones y deidad de otros tantos. ¡Que viva Tina!