Carlos R. Aguilar Jiménez.
“Quien se crea libre de pecado, que tire la primera piedra”, es una sentencia religiosa que desmoraliza a quienes acusan y condenan los pecados de los demás, suponiendo que el acusador no ha cometido ninguno y su trayectoria es irreprochable, tal como sucede con Él, quien condenando a los mexicanos, con excepción de su gabinete y seguidores, supone que todos somos corruptos, pecadores e impenitentes y que debemos ser condenados por el pueblo pobre, santo y bueno, igual que Martín Lutero condenaba la corrupción y excesos de la Iglesia Católica, por lo que, debido a sus opiniones el papa León X le excomulgara y fuera perseguido para ser detenido y después quemado o encarcelado, cosa que nunca se pudo hacer.
Como ahora dice Él, junto con el culto a imágenes, a los luteranos les indignaban especialmente las tendencias mercantilistas de la Iglesia, que ahora señala fueron los gobiernos anteriores, así como la gran riqueza y el alto nivel de corrupción del clero, Que ahora serían los políticos y líderes sindicales. Y la compra de indulgencias, de la que los pontífices se beneficiaban de aquella fuente inagotable de recursos, serían ahora los funcionarios que se robaban el dinero de obras e impuestos. Martín Lutero explicó la exegesis bíblica, explicando que concedía autoridad única y exclusivamente a la Biblia, considerando a la Iglesia una institución humana, política y corrupta, por lo que la Reforma del Protestantismo derivado de las doctrinas de Lutero motivo se separan del catolicismos decenas de miles de creyentes hartos de la corrupción de la Iglesia cristiana de Roma, más o menos de la misma forma como sucede ahora, cuando denunciando toda la corrupción del gobierno, el sistema y la gente que no es buena, los candidatos del partido que gobierna México, Oaxaca de Juárez y muchos estados y municipios del país, ganaron las elecciones, argumentando igual que Lutero, que ellos y su partido podrían acabar con la corrupción, venta de indulgencias, diezmos, impuestos y toda clase de abusos que se cometían, que si para mal nunca fueron suprimidos de la Iglesia de Roma, si consiguieron que al menos el inmenso poder, imperio, dinero, riquezas, bienes y control que tenía la Iglesia Católica, se dividiera y así disminuyera, no sin antes generar guerras, persecuciones, asesinatos, excomuniones y decenas de miles de muertos, quedando al final la actual separación entre protestantes y católicos, de la misma forma como ahora ocurre en México, donde la sociedad se ha polarizado, dividido, por un lado los morenos de todo tipo y por otro los opositores, unos creyendo que es una especie de Lutero, un reformista que vendrá a cambiar todo, cuando en realidad, igual que Lutero, lo único que conseguirá es dividir a México, como sucedió entre luteranos y católicos, quedando las cosas iguales, porque todos son creyentes de su credo o, como en México hoy, de su ideología con Reforma no luterana, sino 4T.