Carlos R. Aguilar Jiménez.
Chantaje, dice el presidente son las acciones de paro o suspensión de labores y estudios en las universidades; que piden mejorar su presupuesto respecto de la llamada austeridad republicana que ha recortado recursos económicos a miles de instituciones con el pretexto de que por corrupción malgastaban el dinero. Dinero que ahora pulveriza repartiéndola en forma de dádivas y limosnas que llama presuntuosamente becas para jóvenes improductivos e ineficaces y adultos mayores acostumbrados a que el gobierno, algún familiar o la Divina Providencia sean quienes les mantengan.
Chantaje dice el presidente es iniciar una huelga o paro de protesta, cuando antes de ser presidente esa era su estrategia para buscar imagen y notoriedad publica y política, pero más allá de anécdotas del pasado, lo cierto es que en México y especialmente en Oaxaca, es la única forma de ser atendidos y obtener soluciones ante los gobernantes, principalmente si se trata de gremios numerosos, ya sean sindicatos, sociedades, asociaciones o corporaciones donde la cantidad de integrantes sirva para bloquear, secuestrar e intimidar al gobierno hasta ponerlo de rodillas, como acostumbra la Gestapo 22 del magisterio o taxistas, quienes para obtener sus mezquinos intereses perjudican a quien sea pero consiguen lo que quieren, como recién ocurrió con normalistas del Estado de México quienes habían secuestrado autobuses y sus respectivos choferes, que solo liberaron hasta obtener lo que exigían, así que ese es el método, el mejor procedimiento, obviamente si se trata de grupos numerosos, porque si es uno o dos quienes soliciten algo, al no poder secuestrar o bloquear tienen que seguir todos los trámites burocráticos e infame trato de funcionarios, para al final no conseguir nada, así que la dinámica perfecta en México, es hacer lo que hacía antes el presidente, como secuestrar el Paseo de la Reforma y ahora no le gusta, y si bien es chantaje, coacción, coerción o no, lo cierto es que las universidades tienen todo el derecho de exigir subsidios suficientes para atender con calidad las necesidades docentes, educativas, académicas y administrativas, porque de estas instituciones depende el futuro de México, dado que nada se conseguirá para mejorar al país por medio de dádivas a inútiles ni asignaciones a adultos mayores, sino únicamente mediante la formación de profesionales, licenciados, maestros, doctores y demás expertos que requiere el mundo moderno, incluyendo a México, que si para mal el presidente no se ha dado cuenta que estamos en el siglo XXI , como hombre de su tiempo, con rancias ideas y anacrónicos conceptos, debe trascender que únicamente las universidades son las que crean conocimiento, generan intelecto, producen arte, industria, ciencia, erudición, filosofía y capacidad de crítica y refutación, siendo esto lo que menos conviene ahora al gobierno, gente pensante que dude del populismo y políticas asistencialistas que derrochan dinero que genera el conocimiento, la ciencia, técnica y el intelecto que se origina en las universidades, que ahora dice él son chantajistas…