Carlos R. Aguilar Jiménez.
La Tierra es un planeta geológicamente activo por contener un núcleo y manto con elevadas temperaturas que hacen se mueva, desplacen y deriven los continentes ubicados sobre la corteza, en una dinámica de movimientos generada por la deriva continental que en algunas regiones del mundo, como en Oaxaca, se generan constantemente sismos, temblores y terremotos que pueden variar entre los microsismos y terremotos de hasta 8 grados; estos últimos, los devastadores y cataclismos, cuando por determinados períodos que pueden ser de años o décadas deja de temblar, así que luego del sismo de 6 grados del sábado podemos estar relativamente tranquilos porque la energía tectónica se liberó.
La deriva continental o Tectónica de Placas es un mecanismo geológico que en algunos lugares empuja continentes y en otros los aleja reacomodándose siempre las placas, por lo que al chocar unas con otros se acumula energía telúrica que inevitablemente tiene que liberarse, ya sea de modo paulatino o violentamente, de manera espaciada o continua, por lo que es probable que en los próximos días tengamos otros temblores leves o transcurran varios meses para que de nuevo tiemble, desde luego con expectativa de no ser un terremoto porque al haber temblado apenas ya no existe tanta tensión y las vibraciones del suelo podrían ser mínimas, disminuyendo así la posibilidad de que estadísticamente en periodos de siglos, como sucedió en los años 30 del siglo pasado, Oaxaca se viera afectada por intensos terremotos que devastarían la ciudad, principalmente las casas mal construidas, porque es un hecho que edificios y construcciones bien cimentados y fuertemente construidos no se derrumban con terremotos que alcances los 8 grados Richter, pero, dado que en Oaxaca lo que más hay es pobreza, imprudencia y la idea que a uno nunca le sucederá, lo más probable es que, si llegará a ocurrir un terremoto, después del temblor, la catástrofe sería mayúscula, en principio porque las casas mal hechas se caerían y sería prácticamente imposible que ambulancias y bomberos llegaran a los lugares donde se necesitan debido a que la ciudad no cuenta con vialidades, libramientos y carriles exclusivos para servicios de asistencia, así que, entre embotellamientos, desesperación y angustia los heridos podrían fallecer al no llegar ayuda. Una catástrofe como está seguramente no llegará porque apenas tembló y a temblado desde hace años con frecuencia, así que la energía telúrica se ha disipado, pero en asuntos de meteorología o sismología no existe la certeza, por lo que no está excluida la posibilidad de un fuerte terremoto este año dentro de veinte, perspectiva que debe hacernos reflexionar sobre prevenir lo peor y, si en casa sabemos de algo que no esté bien apuntalado o construido, remediarlo, de la misma forma que en edificios públicos y centros de trabajo o entretenimiento para que no suframos una desgracia de la que nos arrepintamos por desidia o indolencia .