Carlos R. Aguilar Jiménez.
En tiempos de pandemia luego de medio año de haber suspendido actividades comerciales, industriales incluida la suspensión de actividades burocráticas, con una leve perspectiva que el año próximo se tenga una vacuna que inmunice contra el covid 19; habiéndose establecido colores para manejar protocolos y circunstancias para reactivar la economía y evitar en lo posible la quiebra de empresas y colapso del patrimonio de individuos, familias y sociedad, abriendo comercios y negocios con restricciones para evitar probables contagios, los únicos que ni se inmutan o preocupan, abusando de los privilegios y poder que tienen los sindicatos, son los burócratas adheridos a algún sindicato, agrupaciones mafiosas que aprovechando sus prerrogativas de intimidación y chantaje a gobernantes, dictaminan no volver a trabajar hasta: “Que haya condiciones”.
“Que haya condiciones” para que los burócratas vuelvan a trabajar a sus oficinas podría ser hasta 2022 o después, tiempo que obviamente no les interesa y es más, conviene, porque seguirán cobrando íntegramente sus sueldos, vacaciones, uniformes y recibiendo todas las prestaciones sindicales, sin trabajar, sin hacer nada útil, ahorrando lo que implica trasladarse, comer o lo que siempre hacen en el tiempo de trabajo y desplazamientos, disfrutando de las exenciones, privilegios y prerrogativas que sus sindicatos establecen y que, de no cumplirse de inmediato reclamaran imponiendo huelgas, cerrando calles y carreteras, bloqueando instalaciones o manifestándose mediante marchas, hasta poner de rodillas a los gobernantes y humillar al gobierno al estilo de todos los grupos de presión y colectivos disidentes como los sindicatos de la CTM, empleados de la UABJO, disque estudiantes de las escuelas normales, taxistas o camioneros, pero especialmente burócratas, quienes con el pretexto de la pandemia, no obstante ya esté trabajando casi todo el mundo, incluidos los profes de la secta 22, los burócratas no lo harán, ni de forma escalonada, restringida o paulatina, porque su trabajo no les gusta, no les importa ni interesa lo que deben hacer, por eso son burócratas, porque no pudieron triunfar en una licenciatura que les hiciera felices en su cometido, sino que trabajan de burócratas porque es lo que encontraron y los hacen de mala gana y con mal modo, sin intención alguna de capacitar o prepararse para ser eficientes, así que mientras el gobierno siga sometido por los sindicatos de burócratas estos se seguirán así, cobrando sus sueldos puntualmente todo el año y más, recaudando cada quincena sus salarios, después su aguinaldo, primas vacacionales, compensaciones y todas las prestaciones habidas y por haber, contexto que además sirve de ejemplo, con excepciones, para demostrar que la burocracia no sirve para nada, como se está demostrando en estos meses de inexistencia de burocracia, funcionando la sociedad, incluso mejor.