Carlos R. Aguilar Jiménez.
Hoy será día de equinoccio de otoño para quienes vivimos en el hemisferio norte y de primavera para los australianos o argentinos, porque las cuatro estaciones del año se alternan cíclicamente y hoy en equinoccio, palabra que significa: equilibrio de noches, el tiempo de iluminación diurna y oscuridad nocturna será igual, a diferencia de los días anteriores cuando los días duraban más que las noches.
Los equinoccios y solsticios no siempre ocurren en los mismos días u horas, variando en promedio 6 horas, por lo que cada cuatro años se regresan un día, de tal suerte que hoy 22 de septiembre es día de equinoccio y a partir de que el Sol llegó en perspectiva al ecuador celeste y terrestre, la temporada de lluvias y ciclones para el hemisferio norte terminará al disminuir la irradiación solar vertical, comenzando la temporada seca y fría de otoño, sin lluvias, con cielos despejados y la víspera de Luna de octubre, ese astro luminoso de romántico aspecto, inspiración de astrónomos, poetas y enamorados, que por no haber contemplado durante los último meses de cielo nublado y lluvias, en la añoranza de su ausencia, al volver a verla la consideramos más hermosa. Cuatro son las estaciones que consideramos en nuestro calendario derivadas de los equinoccios y solsticios, porque así nos enseñan en la escuela y la vida, sin considerar los días ascios, las dos fechas del año en que el sol alcanza el meridiano de Oaxaca, 8 de mayo y 5 de agosto, el primero, día hierático y consagrado en Monte Alban, donde la simetría del eje entre el observatorio o edificio J y el edificio P con el horizonte donde sale el sol el 8 de mayo, anuncia el inicio de la estación de lluvias, fecha casi olvidada por la cultura occidental en que vivimos, pero que está a punto de ser reivindicada al ubicarla, como seguramente fue hace más de mil años, el momento solar y simbólico de fundación de la poblado o señorío de lo que ahora es la ciudad de Oaxaca de Juárez, vecindario zapoteco que construyó Monte Alban, lugar sagrado que únicamente fue posible edificar a partir de una urbe con potencial para realizar tan magna obra.
Hoy es equinoccio de otoño y esta transición astronómica entre la Tierra y el Sol determina que las lluvias concluyan, comiencen a aparecer las flores silvestres de muertos, la humedad de la tierra disminuya al penetrar al subsuelo y evaporarse, para que inicie así una de las dos estaciones que tiene Oaxaca: Lluvias y sequía, porque las cuatro que trajeron a América los europeos únicamente aplican en sus respectivas latitudes, no entre los trópicos donde nos encontramos, zona geográfica donde las temperaturas son constantes y únicamente cambian las condiciones meteorológicas cuando hay lluvias o sequías, porque nunca cae nieve como en el invierno europeo.