Ismael Ortiz Romero Cuevas
Hace unos días, se anunció con bombo y platillo que Paramount Pictures, prepara como una súper producción el ‘remake’ de la cinta “Cleopatra”, aquella gran película en todo sentido, que protagonizaron Elizabeth Taylor y Richard Burton en 1963 y que dirigió Joseph L. Mankiewicz. Ese anuncio también incluía el nombre de la protagonista y de quien la dirigiría: Gal Gadot y Patty Jenkins, respectivamente, una de las duplas más potentes del cine contemporáneo.
Tanto la cineasta como la actriz hicieron historia al ser ellas quienes estuvieron al frente de las cintas “Mujer Maravilla” y “Mujer Maravilla 1984”, esta última aún por estrenarse, pero que la primera ha significado uno de los mayores éxitos del Universo Extendido DC y ha colocado a Patty Jenkins como la cineasta (mujer) más taquillera de todos los tiempos; asimismo a Gal Gadot, la protagonista, como una de las actrices más reconocidas en el mundo y en el podio como una de las damas más bellas del planeta. Sin duda, este conjunto puede hacer que la nueva cinta de “Cleopatra” sea algo explosivo.
El anuncio fue recibido con beneplácito por varios sectores y sobre todo, por gran parte del público, pues tanto Jenkins como Gadot, han demostrado que pueden convertir una historia de la que no se tienen mayores esperanzas en algo grandioso; sin embargo, también hubo comentarios en redes sociales que señalaban con contrariedad la elección de Gadot para interpretar a la última gobernante ptolemaica del Antiguo Egipto. Esos comentarios tenían en su mayoría el argumento de que nuevamente, Hollywood no permite la inclusión de actores que vengan de otras culturas y que no sean del mismo origen que el personaje que interpretan, en este caso, pedían que fuera una actriz egipcia quien encarnara a la monarca, sin detenerse por lo menos a leer en Wikipedia, que Cleopatra era griega.
Algo que no debemos olvidar, es que el cine antes que arte es un negocio, y los grandes estudios cinematográficos ponen en manos de cineastas reconocidos, en este caso Patty Jenkins y de protagonistas con renombre porque eso, disminuye en un porcentaje el riesgo de inversión y garantiza que haya una taquilla que no represente pérdidas económicas en ningún sentido. Eso, en realidad al público nos viene valiendo un reverendo cacahuate y lo que esperamos es disfrutar de una película que nos haga pasar momentos increíbles. Y debemos también ser honestos como espectadores gustosos del celuloide, ¿quién no prefiere ver a Gal Gadot en la gran pantalla antes que una desconocida? Yo, sí.
La versión original de “Cleopatra” de 1963 ha sido hasta la fecha, una de las películas más grandes en la historia del séptimo arte, sin embargo, eso no fue suficiente para que la crítica especializada la destrozara, pues señalaron que esa producción se había aprovechado del inicio del romance de Taylor con Burton, además, que reprocharon el trabajo de actuación, el vestuario y las cuatro horas de duración que tiene la película, exponiendo que se trataba de un verdadero tormento.
Pero con el público fue otra la historia, pues supuso un gran éxito en taquilla, pues la gente amó sin medidas la química mostrada en pantalla por las estrellas protagonistas y deliraron con la historia de amor presentada. La película ha sido una de las más costosas en producir, costando 44 millones de dólares que, traducido al tiempo actual, serían varios cientos de millones de dólares y obtuvo una taquilla de solo 23 millones, es decir, la mitad de su costo; aún con eso, fue la película más taquillera en su año de estreno.
La cinta original de “Cleopatra” de 1963, es el vivo ejemplo que la gente, siempre prefiere ver en el cine a estrellas reconocidas antes que alguien que comparta orígenes con el personaje. Sin duda, Patty Jenkins ha demostrado que puede comandar una producción de grandes magnitudes y Gal Gadot, que puede interpretar a protagonistas poderosas e independientes. El ‘remake’ de “Cleopatra” es algo que ya suena grandioso desde este momento. Mi Twitter: @iorcuevas.