Carlos R. Aguilar Jiménez.
Al estilo propio de misioneros, predicadores, sacerdotes y en general de las religiones que pretenden normar la conducta y comportamiento de las personas por medio de códigos morales o principios éticos, como fueron y son los 10 mandamiento mosaicos, las sentencias islámicas y los códigos éticos de budistas, hindúes, cristianos, el actual gobierno de México invadiendo esferas de influencia ajenas a lo sobrenatural o divino, propio de las religiones, inmiscuyéndose donde no debe por ley, violando el precepto moral que establece: “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, publica y promueve su “Guía Ética para la Transformación de México” acometiendo educar moralmente a los mexicanos respecto de la vida, la dignidad, libertad, amor, sufrimiento y placer, perdón, redención y otros asuntos que competen únicamente a la familia y religiones, no al estado, no al gobierno seglar.
La “Guía Ética para la Transformación de México”, es una intención moralista, catequista y predicadora de los valores políticos de este gobierno que considera verdaderos y que quizá acepten sus devotos seguidores, y que sin dudar de su trascendencia, al estilo de la ideología cristiana que impuso a la fuerza su credo, dogmas y mandamientos a quienes consideraba idólatras, y que de no ser obedecidos serían condenados con excomunión, destierro o tortura que al final llevaría a la hoguera o al potro, culpando de todos los pecados, desastres y fracasos al pasado, entonces el pasado pagano, hoy neoliberal y a los creyentes en religiones más antiguas que no aceptaban a Cristo como hijo de Dios y Redentor de la Humanidad, de la misma forma, esta guía ética culpa a los neoliberales, sentenciando que el comportamiento apegado a normas éticas, es indispensable para vivir en armonía con nuestra conciencia y para el bienestar y buen funcionamiento de las parejas, las familias y las amistades, las vecindades y multifamiliares, los barrios, las ciudades, los ejidos… En cambio, el abandono de estas normas conduce a las conductas antisociales, al desprecio a la ley, a la destrucción de la paz y a la desintegración en todos los niveles de la sociedad. Porque el régimen neoliberal y oligárquico que imperó en el país entre los años 80 y las dos primeras décadas del siglo XXI (hasta que llegó el Redentor) machacó por todos los medios la idea de que la cultura tradicional del pueblo “bueno y santo” mexicano era sinónimo de atraso y que la modernidad residía en valores como la competitividad, rentabilidad, éxito personal en contraposición a la fraternidad y los intereses colectivos” Porque todo lo que hicieron los paganos, precristianos, adoradores de Huitzilopochtli, Tlaloc, Mahoma, Buda, Zoroastro o los neoliberales eran herejías, sacrilegios y deslealtades a lo que predican los cristianos, dado que la verdadera moral, los únicos principios auténticos son los que actualmente profesa las cúpula máxima del gobierno, y todo lo demás es pagano, herético, inmoral obsceno y de esa mala conducta de pecadores e infieles derivan todos los problemas y carencias del país, pero todo se arreglará cuando obedezcamos fiel y sumisamente la Guía Moral-Moral para la Transformación de México. AMÉN y Bienaventurados los que sufren porque de ellos será el Reino de la 4T.