Nematini Vladimir Acevedo Silva
Para muchos candidatos, el hablar de las juventudes y sus necesidades durante estas campañas electorales, se ha vuelto nuevamente en un gran problema, sobre todo, al ofrecer propuestas anticuadas y caducas.
En artículos pasados hable sobre la importancia de que los actuales partidos políticos tenían con el reto histórico de reivindicarse con las y los jóvenes de nuestro estado, sin embargo, hasta este momento han sido muy pocas aquellas candidatas y candidatos que han volteado a ver a este sector que por años, ha sido marginado.
Hasta el día de hoy las y los diversos candidatos a presidentes municipales, diputados locales y federales, poco o nada les han planteado a las y los jóvenes oaxaqueños. Más aún, cuando estos han sido duramente golpeados por la pandemia originada por el COVID-19.
Desempleo, falta de acceso a la educación digital y el cierre de sus emprendimientos, han sido tan solo algunas de las lamentables situaciones que miles de mujeres y jóvenes oaxaqueños han tenido que sobrellevar durante el año pasado y parte de este 2021, y que, previo a las elecciones, aún no visualizan un panorama favorable para ellos.
Diversas candidatas y candidatos a estas alturas, todavía no cuentan con un programa sólido en el que sean las y los jóvenes oaxaqueños, el pilar post COVID19 que pueda mejorar de una u otra manera, la economía local y, a su vez, recomponer el tejido social que ha sido duramente lastimado por años.
¿Acaso las juventudes oaxaqueñas no valen pena?, ¿tan solo sirven para repartir publicidad, colgar lonas, hacer bulla o aventarles porras a los candidatos?, ¿de verdad creen tan solo los jóvenes servimos como sus “grupos de choque” para agredir a más jóvenes? Ya no, están equivocados.
Por décadas, las y los jóvenes hemos luchado para que nuestros derechos y exigencias sean escuchadas. Ya no toleramos que seamos usados únicamente como un botín electoral.
Efectivamente, la pandemia vino a quitarnos a las y los jóvenes proyectos y sueños, pero también, nos ha abierto los ojos, para darnos cuenta que es necesario e indispensable contar con candidatas y candidatos mejor preparados, con sentido moral, humano y con conciencia social.
Sus promesas, muchas de ellas fantasiosas, deben de desaparecer, ya que el tratar de vendernos la idea de que, con la creación de instituciones o secretarías de la juventud se solucionaran las problemáticas que las juventudes, es una falacia.
De nada servirán más instituciones gubernamentales o leyes a favor de las y los jóvenes, si estas no son aplicadas de manera correcta o, en su caso, únicamente son usadas para el tráfico de influencias o desviar recursos públicos, convirtiéndose así, en elefantes blancos.
@NemasVA