Carlos Villalobos
En la pasada entrega de “pongamos todo en perspectiva” abordamos los principios y el Lineamiento para la Gestión de Tráfico y Administración de Red que, de no ser apelada, entraría en vigor a partir de septiembre próximo.
El lineamiento expedido por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, por sus siglas IFT, busca, en teoría, proteger el principio de neutralidad de la red, que por más de 7 años se ha pasado por alto. No fue hasta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le puso plazo máximo que pusieron manos a la obra, dejando mucho que desear.
Recapitulando, la neutralidad de la red lo que busca es que las y los usuarios del país, sin importar el operador que tengan contratado, puedan acceder a contenidos de internet sin importar los sitios a los que accedan, sin cuotas extras y que en caso de suceder algún desastre el gobierno pueda emitir fase de emergencia para darle prioridad a contenidos que busquen la salvaguarda del país y sus ciudadanas y ciudadanos.
Además, con la implementación de lineamientos y normas que si respeten el principio de neutralidad de la red, lo que se garantiza es los proveedores brinden una navegación que sea libre de discriminacion(de cualquier tipo), que sea privada y que sea basada en la libre elección, contraponiendose con el caso del gobierno chino que desde su alta esfera decide a qué sitios pueden acceder sus ciudadanos y cuales son los que tienen prioridad de consumo(evidentemente todos aquellos que cuentan con información oficialista son los preferidos).
El acceso a un internet libre, y que sea simétrico, permitiría que nuevas generaciones pudiesen acceder a mejores condiciones y habilidades de una manera equitativa, el problema viene cuando los proveedores de acceso a internet (PAI), con el presente lineamiento, puedan restringir o disminuir la velocidad de acceso a aplicaciones y servicios en línea, sin previo aviso, provocando aumento en los pagos o el intercambio por beneficios que no estuvieran establecidos desde el principio.
Casos como los paquetes de “redes sociales ilimitadas”, que de ilimitadas no tienen nada, son el claro ejemplo de cómo la neutralidad de la red en México no se respeta, ya que las telefónicas desde el principio escogen las plataformas a las que podemos acceder de forma gratuita, poniendo en situación de desventaja a otros competidores o nuevos emprendimientos que no tienen el mismo poderío que las grandes tecnológicas de siempre.
Los servicios que son patrocinados por los proveedores, avalados por el artículo 8 de los lineamientos, pueden ofrecer patrocinios y por tanto el principio de neutralidad se rompe desde la normativa que tendría justamente que abarcar este caso.
La pregunta más recurrente es ¿Eso en qué me afecta? Les cuento, de continuar sin cambio alguno este lineamiento provocaría que la libertad de elección de todos aquellos que usamos internet se vea afectado, provocando que nuestro consumo de contenidos en internet desde la perspectiva de usuario y desde la perspectiva de emprendedurismos, desarrolladores independientes e iniciativas sin fines de lucro tengan que pagar servicios más caros.
Internet es un ecosistema que hoy debe de considerarse como un bien público más y como tal, el gobierno debe garantizar que no se favorezcan a los principales actores tecnológicos mundiales, por encima de la población y los usuarios de este servicio, el internet es como si pensáramos en la plaza pública, en ella todos debemos de contar con el mismo derecho para desarrollarnos, aprender, enseñar o simplemente disfrutar de unos buenos memes o una partida de tu videojuego favorito.
Twitter: @carlosavm_