Carlos R. Aguilar Jiménez
El libro ilustrado más antiguo e interesante que tenemos es el cielo nocturno de Oaxaca con sus constelaciones y astros donde ocurren acontecimientos cósmicos espectaculares, comenzando con las fases lunares, eclipses, conjunciones y perigeos o la visibilidad de cometas, lluvia de estrellas, planetas, nebulosas, galaxias o cúmulos globulares, entre muchos otros objetos del universo que de manera especial, en Oaxaca desde hace medio siglo hemos podido contemplar, examinar y observar telescópicamente, porque en 1973 se inauguró el observatorio Astronómico Municipal, único observatorio público, popular, de acceso libre y gratuito.
Fue el 10 de febrero de 1973, hace 50 años cuando, como resultado del convenio de colaboración entre los pueblos de Palo Alto California y Oaxaca de Juárez, luego de declararse Ciudades Hermanas, Palo Alto donó el Observatorio Astronómico Municipal, institución astronómica que desde su fundación con su función pública y acceso libre se ha enfocado a la observación telescópica y divulgación científica, facilitando que en medio siglo millones de personas y estudiantes, principalmente niñas y niños hayan tenido la oportunidad de observar “de cerca”: los anillos de Saturno, lunas de Júpiter y su mancha roja, cráteres, mares, domos, mares y cordilleras en la Luna o la galaxia de Andrómeda, iniciando de manera espectacular hace 50 años con la observación y fotografía del cometa Kohoutek E1, después la magnífica observación del Halley y eclipse total de sol de 1991, atendiendo al mismo tiempo profesionalmente con miles de conferencias y un programa de radio a los interesados en las ciencias del cosmos y la cultura, como indica el Cuadrivium respecto de las cuatro artes liberales: Aritmética, geometría, música y astronomía, disciplinas precursoras de las ciencias que han estado incluidas desde hace 50 años en las actividades del Observatorio, ya sea durante las Noches de Estrellas, lunadas culturales, festivales astronómicos, días ascios sagrados, equinoccios o solsticios y cada vez que ocurre un fenómeno de la mecánica celeste.
Se cumple medio siglo observando y examinando el cielo de Oaxaca continuando con la tradición astronómica que iniciaron en Monte Alban nuestros ancestros, y por ello este 2023, el H. Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez prepara los festejos del quincuagésimo aniversario, fusionando, como en el Cuadrivium el arte y la astronomía, porque en Oaxaca luego de 50 años de la fundación del Observatorio Astronómico Municipal, (1973-2023) la astronomía ha resultado para los oaxaqueños una actividad espiritual, una tradición muy humana que revela las leyes del universo y naturaleza, su grandeza y capacidad de entenderlas y trascender, que descubre horizontes infinitos de éxtasis en una especie de inspiración y profunda conciencia del valor de nuestra existencia originada en el cosmos, porque ¡los oaxaqueños estamos hechos de estrellas!
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