Carlos R. Aguilar Jiménez
Extorsión es coacción o una forma de chantaje que, por medio de amenazas, intimidación o sanciones, individuos, mafia, crimen organizado o institución, con cualquier argumento, legal, ilegal inmoral o institucional obligan y condicionan a otros para que paguen o hagan lo que quieran. Cuando se trata de delincuentes no hay argumento alguno, únicamente la advertencia de pagar o ser asesinado o incendiado el negocio; cuando se trata del gobierno, basta con que sus diputados o cabildo decidan lo que quieren para obtener más dinero y, por decreto obligar a la población a pagar y, si bien no hay amenaza de muerte o fusilamiento, si hay de prisión, multas, corralón o embargo de bienes, como hará a partir de este año la Secretaria de Movilidad de Oaxaca (Semovi), al obligar a los automovilistas a pagar y llevar su vehículo a verificar el estado del motor.
Si según parámetros de Semovi, que solo ellos y dueños de verificentros establecen a su modo, sin inspección de organismos externos e independientes del gobierno, si su auto emite humo, no pasará la prueba y deberá afinar o tirar el coche, o, llevarlo antes al mecánico para que ajuste al mínimo la potencia del motor y así pase la prueba (luego lo regresa a como estaba) o, mediante soborno arreglarse con el encargado, porque México es casi campeón mundial de corrupción 2025.
Todo el tiempo suceden fenómenos naturales cíclicos y aleatorios, además de circunstancias políticas, sociales o culturales que se presentan espontánea o anticipadamente, siempre por causa y efecto, existiendo explicaciones científicas de terremotos, huracanes, eclipses o glaciaciones y calentones globales, existiendo también explicaciones políticas o ideológicas, que no son otra cosa que argumentos falsos que a fuerza de repetir una y millones de veces en medios, hacen creer a gente sin cultura científica, que el mundo se esta calentado, se acabará el agua, el oxígeno y que el maíz transgénico genera cáncer y los frijoles negros hacen a la gente morena.
Utilizar argumentos ecologistas, fundamentalistas verdes o ambientalistas para tratar de justificar la extorsión vial de verificación, es una ardid político, que con una base seudo ecológica y tendencia ambientalista, ante el imperativo costo-beneficio, si bien engorda las arcas del gobierno y bolsillos de políticos y funcionarios, lo cierto es que los dueños de coches se ven humillados por su soberbia, como ante las inútiles ciclovías, donde pasa uno o dos ciclistas por hora, mientras miles de coches en hilera circulan a vuelta de rueda en un solo carril, emitiendo humo en exceso por lentitud y obligados a verificar por extorsión vial, mientras los vientos alisios soplan permanentes sobre el estado de Oaxaca limpiando el aire constantemente, como limpiará Semovi los bolsillos de automovilistas con su extorsión vial o vil, creyendo que salvarán un planeta que tiene cuatro mil 600 millones de años y aún le quedan de vida otros cinco mil millones de edad.
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