Carlos R. Aguilar Jiménez
Navidad, 25 de diciembre, es para cristianos y más para católicos, medievales mexicanos y guadalupanos, la celebración del nacimiento inmaculado de Jesús en Belén, fecha muy incierta porque en este tiempo el intenso frio y lluvias en la región de Judea los pastores no podrían tener rebaños a campo abierto como dice el Evangelio, y porque más allá de creencias, interpretación o fe de cada quien, los hechos históricos indican que lo que se celebra es el Solsticio de Invierno, el día que el Sol se detiene en su descenso (Solsticio significa: Sol estable,-quieto, inmóvil) y comienza a elevarse de nuevo en el cielo; los días se alargan y renace la esperanza de primavera, los días cálidos y luminosos, descongelamiento y fin del horrible frío bajo cero donde se dice nació Jesús en sus altas latitudes.
Persas, egipcios, griegos, romanos, prehispánicos celebraban el 25 de diciembre (solsticio) el parto de la Reyna celestial, la Virgen y el nacimiento de su hijo, el dios solar, Dionisio o Baco a quien los griegos llamaban el Salvador, lo mismo que Hércules, Adonis, Horus, Osiris y otros dioses. De la misma forma, la mayor parte de las costumbres navideñas católicas tienen un origen pagano anterior al cristianísimo. En Roma se celebraban las fiestas Saturnales desde el 21 de diciembre adornando casas con ramas de hiedra y laurel o mirto y otras de verdor perenne. En Escocia introducían a la casa un árbol y le adornaban, además de comerse parte de las conservas guardadas para invierno sabiendo que venía la primavera; origen de la generosa y abundante cena de Navidad
La Navidad es así historiográficamente, al margen de creencias, fe y dogmas, celebración del Solsticio de Invierno septentrional, no austral por la inversión de estaciones, porque al ser Verano el 25 de diciembre en Argentina o Australia, Santa Clos debe quitarse el abrigo, gorro, bufanda y botas para ponerse bermudas y playera debido al calor veraniego, donde, por ejemplo, en Brasil, inmersos en tórrido calor celebran también el solsticio, aunque para ellos sea verano.
Navidad, Noche Buena, Saturnales, Solsticio o lo que sea, lo importante hoy es que se ha convertido en tiempo de fiesta, esperanza, amistad, amor, convivencia, brindis, abrazos de 8 segundos, regalos, aguinaldo y reconciliaciones entre la gente de buena voluntad, desde el inicio de las posadas hasta el día de Reyes, personajes también inciertos que en Babilonia como Asiria constituían la casta sacerdotal y se distinguían por su afición al estudio; en el imperio Persa eran astrólogos y teólogos y se dice que los tres que llegaron a venerar A Jesús están enterrados en la catedral de Colonia. siendo, como la Estrellas de Belén y otras tradiciones navideñas incluido el fin de año, que no tienen sustento histórico, astronómico o meteorológico, pero, al final a quien interesa la certeza histórica o científica, si de lo que se trata es de vivir bien, de reconciliarse con uno mismo, con los demás, de disfrutar de la vida con la ilusión de que lo mejor este por venir y en especial 2026 para mí que será un año de importantes cumpleaños: 40 y 50 de los que ya comentaré. FELIZ NAVIDAD a todos los amigos de Al Margen.
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