Carlos R. Aguilar Jiménez.
No hay solución, no tenemos opción, la forma de gobernar basada en la democracia desinformada e ignorancia del pueblo, donde los electores son fácilmente manipulables y los votos se consiguen con engaños, promesas imposibles e hipocresía, determina que la clase política (porque si hay clases, yo no las inventé, ya estaban cuando nací) sustente su permanencia y continuidad en la mentira, hipocresía, fingimiento, falsedad, disimulo, simulación, imposturas y todos los sinónimos de hipocresía, porque para llegar a un cargo de elección popular el principal requisito es engañar, mentir, adulterar y ahora: tener otros datos, los que convengan a la simulación y populismo.
Lo antes señalado, sin excepciones, deriva de las declaraciones de Julieta Roditi, quien al impartir la conferencia: “Usos medicinales de Cannabis, uso medicinal e industrial, en el 2 Foro Estatal, criticó que la clase política opte por evitar la legalización de la mariguana acusando de preferir mantenerla como tabú, reforzado con falta de información, haciendo creer a la gente historias y, los ciudadanos se creen los cuentos que han dicho durante los últimos 60 años, porque es un hecho que legalizada o no, los que consumen mariguana no aumentaran si se legaliza, porque tanto mariguanos como alcohólicos son una clase social que no se incrementará, dado que yo, por ejemplo, aunque se legalice, no consumiré ni lo harán quienes no les interesa aunque la vendan en la tienda de la esquina, como en Holanda o Suiza donde es legal su uso, dado que en países donde ya se permite el uso de la mariguana se ha experimentado una disminución relativa en las adicciones de opioides y las muertes por sobredosis en comparación con los estados que no lo hacen, Y es que la marihuana es también beneficiosa en el tratamiento del dolor crónico, nauseas inducidas por quimioterapia, esclerosis y otras enfermedades y, si para mal no es completamente inofensiva, sin duda es menos perjudicial que muchos otros fármacos y drogas, no obstante, eso a los políticos como los máximos hipócritas de la sociedad, no les interesa, porque su afán son los votos y, como la mariguana ha sido satanizada y condenada aunque sea casi igual que el alcohol, no legislan su uso medicinal ni lúdico para adultos, acabando así con narcotraficantes y sectores del crimen organizado, porque en el extremo de hipocresía política, es obscuro que cuando organizan operativos contra traficantes de mariguana, envíen apenas unos policías y militares con armas pequeñas y sin estrategia, sabiendo que los narcos tienen artillería pesada y, nunca ningún estratega militar o táctico mandaría a la guerra a sus soldados o policías en desventaja, sabiendo que perderán la ofensiva y morirán, pero así es la hipocresía de los políticos desde “El de arriba”, bajando escaleras, hasta los pedestres, todos mentirosos, falsos y ahora populistas de la 4T.