Carlos R. Aguilar Jiménez.
De haber sido la Máxima Casa de Estudios, de haber sido el glorioso Instituto de Ciencias y Artes del Estado, excelente institución educativa donde egresaron egregios profesionales, licenciados, maestros y doctores, además de excelentes artistas e intelectuales, siendo además de la Máxima, la única a nivel profesional, porque no había opción para estudiar hasta que se fundo el ITO hace medio siglo, actualmente y desde finales del siglo pasado debido a la podredumbre de sus sindicatos y corrupción de dirigentes quienes amparados en autonomía o emancipación, se dedican a la política y usufructuar el dinero para enriquecer a rectores y directivos o quien sea, interesándose poco en la instrucción académica, el compromiso educativo y disciplina docente, de ser la Máxima Casa de Estudio hoy es simplemente: La UABJO.
Hasta mediados del siglo pasado decirse alumno o egresado de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, con todas su palabras, no siglas o abreviaturas, exaltando su lema: “Ciencia, Arte Libertad”, era orgullo y satisfacción irrefutable, porque nadie cuestionaba su desempeño y compromiso educativo desde las preparatorias, sin embargo ahora, con huelgas cada mes y paros cada que se antoja a sus sindicatos o colectivos de alumnos, sin clases, en huelga hace 15 días, nadie en su sano juicio puede creer que la UABJO siga siendo la Máxima Casa de Estudios, en principio porque únicamente merece este nombre por la inmensa cantidad de alumnos, sindicatos y porros, no por excelencia académica o calidad docente, como se comprueba al saber que todo padre de familia que tenga posibilidades económicas para formar profesionalmente a sus hijos, preferirá una y mil veces inscribir e instruir a sus hijos en busca de una licenciatura, en cualquier universidad privada antes que la UABJO, teniendo ahora si opción y alternativas, en Universidad ANAHUAC, La SALLE, URSE y demás de menor tamaño pero con el mismo compromiso por instruir a sus alumnos sin faltar un día a clases, exigiendo a sus catedráticos excelencia, respeto y compromiso de trabajo, al margen de ideologías y tendencias comunistas o proletarias que son pretexto en la UABJO para cerrarla, interrumpir clases e incluso facilitar a profes para que no asistan a cumplir con su obligación docente, sabiéndose defendidos por corruptos sindicatos hasta de empleados de confianza. Y excepto por la Facultad de Medicina, enfermería y escuelas que después de clases en aula los alumnos requieren conocimientos y certificaciones para obtener plazas en el sistema nacional de salud, la otrora Máxima Casa de Estudios de Oaxaca es hoy simplemente: La UABJO, una institución que se corrompió en extremo, podría decirse, desde que canceló la cátedra de Cosmografía sustituyéndola por Ciencias Políticas, como analogía de lo que le sucede ahora. De ciencia poco, de política o grilla todo.