Carlos R. Aguilar Jiménez.
Cuando se trata de asuntos científicos de tipo bioquímico o genético, entendiendo que la vida es un proceso natural y no sobrenatural o divino, para entender su fisiología y enfermedades son los médicos e investigadores quienes dan las respuestas, recetas, tratamientos o vacunas, porque desde el inicio de la Revolución Científica a partir de Galileo quien fue condenado por la Iglesia por hereje, está demostrado, y más ahora con la pandemia del Covid 19, que rezos, plegarias u oraciones, si bien sirven para que se sienta reconfortado quien cree, lo cierto es que recobrarse de enfermedades, padecimientos, dolencias o pandemias está únicamente en manos de la ciencia y su método.
Buscando con recursos científicos una vacuna para inmunizar del Covid, la biofarmacéutica Astra-Zeneca anunció que en septiembre tendrá listas las primeras dosis de vacuna, gracias al trabajo de científicos de la Universidad de Oxford y otras instituciones dedicadas a la investigación bioquímica, así como por la desprendida inversión económica de farmacéuticas del grupo Astra-Zeneca indicando que: “La compañía ha concluido los primeros estudios satisfactoriamente en seres humanos cumpliendo con protocolos y requisitos establecidos por la OMS e instituciones de salud del Reino Unido, obteniendo los primeros acuerdos y contratos para producir alrededor de 400 millones de dosis, primero para los británicos, asegurando la capacidad de fabricación total para mil millones de dosis hasta el momento de comenzar las primeras entregas mundiales en septiembre de este año”, esperanza que resulta altamente estimulante respecto del potencial que tiene la ciencia para dar respuesta a preguntas y necesidades que tiene la humanidad, porque de ser cierto y efectiva la vacuna anunciada contra el Covid, a partir de septiembre en Inglaterra y 2021 en el resto del mundo y Oaxaca, como me sucedió a mi en 1962, cuando fui vacunado como parte de la vacunación mundial contra la poliomielitis, todos los seres humanos, más de siete mil millones de personas seríamos vacunados para inmunizar contra el Covid, eliminando la pandemia científicamente y no por si sola como ocurrió con la Peste Negra, porque ningún predicador, sacerdote, curandero, “medico” alternativo, homeópata y demás, charlatanes y chiflados sirven cuando se trata de enfermedades o lo que sea necesitemos para vivir sanos, siendo ahí donde adquieren especial importancia los resultados publicados en la revista científica arbitrada: “The Lancet”, que confirmaron la vacuna experimental del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford en asociación con Astra-Zeneca contra el Covid es segura y genera inmunidad, tratándose de estudios en fase I y II, que evaluaron la seguridad, quedando pendiente evaluar la eficacia, que con una dosis resultó en un incremento de cuatro veces los anticuerpos contra la proteína del virus, en el 95 por ciento participantes un mes después de la vacunación, descubrimiento que significa una inmensa esperanza científica para la humanidad.