Carlos R. Aguilar Jiménez.
Como señala mi amigo Eduardo Hernández, de quien prácticamente traslado su opinión: “Ayer accidentalmente di con un comentario que encapsula el momento que nuestro país está viviendo. Una persona se quejaba de la decisión de López Obrador de no apoyar a la pequeña y mediana industria en medio de esta crisis inédita. Todos quienes le contestaron coincidían con lo escrito, con la excepción de alguien que comentó: “¡Que bueno, finalmente los fifís van a saber lo que es vivir en la pobreza!”.
El comentario es interesante porque encierra la posición de muchos quienes votaron por Andrés Manuel. Es la idea milenaria que nace del resentimiento: “Si no lo puedo tener yo, tampoco lo deberías tener tu” pero este deseo egoísta y mezquino, como ayer, hoy o mañana NO VA A SUCEDER, y es que líderes como López Obrador y sus seguidores han olvidado o no saben que nosotros, los seres humanos evolutiva, social y psicológicamente somos una especie aspiracional. Lo que nos mueve no es el deseo de poseer menos, lo que nos mueve es tener lo suficiente y más. Cierto, no hay sistema perfecto y, dice Eduardo Hernández: “Coincido en que la pobreza en pleno siglo XXI, resulta ominosa y ofensiva, sin embargo, crear una sociedad donde la “justicia social” pasa por crucificar al que emprende, siempre ha terminado en más violencia y más pobreza.” Los que emprenden (pequeños, medianos o grandes) cerraran sus negocios, se secaran las lagrimas y comenzaran de nuevo. Los que puedan, emigraran con sus familias para poner sus ahorros y esfuerzo en otros países, lejos del nuestro. Otros buscaran guardar sus patrimonios lejos de las garras de un gobierno que en el fracaso se volverá más intolerante y, cuando ya no llegue el cheque de la dádiva o tu empleo no exista, tendrás que preguntarte, ¿Cómo es que sigues en el mismo lugar, a pesar de haber conseguido tu deseo? Hasta aquí el texto con referencia a Carlos Lara
Somos aspiracionales, queremos vivir mejor que antes y superar a los demás, no somos episódicos y debido a que tenemos conciencia del tiempo y de nuestra breve existencia, buscamos siempre mejorar, por lo que quienes talento, son emprendedores e inteligentes, siempre superan a los demás estableciéndose diferencias económicas y sociales desde que existe la humanidad y al mismo tiempo, el rencor, resentimiento y envidia de los fracasados por la causa que sea, alentado ahora este odio por el gobierno que con una política que dice de austeridad y que estrictamente es miserable, porque trata de no gastar, de ahorrar, escatimar, economizar, guardar o preservar, dejando que según su política se arruinen los fifís, pero esto no sucederá y dentro de cuatro años, cuando este gobierno haya concluido, los empresarios y emprendedores se volverán a levantar y reharán su riqueza y las clases sociales seguirán como siempre, clases que no inventamos nosotros, sino que han existido desde el principio de la civilización y dependen del intelecto y emprendimiento de cada quien, no de gobiernos populistas.