Carlos R. Aguilar Jiménez.
El fallecimiento o enfermedad grave de algún familiar o amigo no es motivo para negar la existencia de Dios, señalo en su sermón dominical desde la Catedral de Oaxaca el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos. “No pongan en duda la existencia de Dios, porque llenaran de maldad su corazón. La maldad no está en Dios, se anida en el corazón del hombre” llamando el arzobispo a creer en Dios y a reafirmar la fe de sus devotos, porque dijo que Dios es amoroso, misericordioso y creó a todos para vivir un día con El en la eternidad, convocando a los católicos a no desaprovechar las oportunidades para llenarse de gracia y santificarse en esta cuaresma.
Vivimos una pandemia que en México ha matado a casi 200 mil personas, la mayoría devotos católicos quienes seguramente cuando se enteraron de su contagio de Covid han de haber implorado a Dios les sanara y suplicaron no murieran, sin que hayan servido para nada las plegarias, oraciones y rezos, sufriendo y muriendo finalmente luego de semanas de angustia antes de hospitalizarse y mientras se encontraban en tratamiento, de la misma forma que los familiares que no podían consolar o despedirse, porque los únicos que `pueden hacer algo y salvar a los enfermos son los médicos por medio de respiradores y procedimientos científicos que inventaron la vacuna y los conocimientos de especialistas que utilizan la ciencia y su filosofía como método que fue condenado por herejía o sacrilegio por la Iglesia Cristiana, excomulgando, torturando, desterrando o quemando a los libre pensadores que calificaba herejes, además de prohibir con el “Index Librorum Prohibitorum”, libros de ciencia que según contradecían a la Biblia o quemando mujeres que decían era brujas, porque la Iglesia Católica es un inmenso negocio transnacional con sede en el Vaticano, que desde que inventó la promesa de vida eterna en el habitáculo de Dios y sus elegidos, se ha dedicado a promover la existencia de Dios, evitando los creyentes cuestionen su proceder, argumentando que nadie puede conocer sus insondables misterios ni existencia sobrenatural, circunstancia y existencia de Dios que ahora muchos creyentes han puesto en duda al morir injusta o indebidamente sus amigos o familiares, porque no se entiende que si Dios es amoroso, misericordioso y bueno, permita que niños inocentes, jóvenes prometedores, adultos mayores honestos y en general gente buena y trabajadora muera o sufra por Covid, dado que si Dios es omnímodo y Todopoderoso, por qué no obra un milagro o prodigio y elimina la enfermedad y, ¿por qué consiente muera gente que cree en El y se comporta según sus mandamientos?. Exista Dios o no, eso no lo sé, lo que si sabemos es que no hace nada por eliminar la enfermedad, cuando podría decir: ¡Desaparezcan virus! Y ya está. Quienes están sanos y sin problemas seguirán creyendo en su Dios, pero los que deducen es injusta e indebida la muerte de familiares o amigos, seguramente dudaran de su fe y es probable que ahora confíen más en la ciencia y se vacunen, porque saben que ni el agua bendita ni los rezos funcionan contra los virus o el cáncer.