Carlos R. Aguilar Jiménez
Tres años han transcurrido de este gobierno que prometió hasta las perlas de la Virgen de Juquila para llegar al poder, periodo del que, si realiza un análisis profundo o simplemente se ven escenarios superficiales, no ha habido transformación y todo sigue igual, porque la corrupción del gobierno o sociedad sigue, la inseguridad ha aumentado, feminicidios y secuestros incrementándose, la gasolina nunca había estado tan cara, de la misma forma que la impunidad en delitos y protestas sigue, los normalistas o cualquier grupo de resentidos hacen lo que quieren perjudicando a todos, robando camionetas repartidoras, secuestrando autobuses o casetas de peaje, incendiando oficinas, saqueando comercios, de tal forma que si alguien se hubiera ido de México al inicio de este sexenio y hoy regresará para ponerse al corriente, vería que todo es más de lo mismo.
Hay algunas excepciones, el país se ha militarizado porque los soldados controlan aduanas, construyen una “Central Avionera”, otra refinería de petróleo y destruyen la selva maya para construir un ferrocarril regional, la Guardia Nacional es un florero y se entregan dádivas del dinero de la gente que trabaja a ninis y adultos mayores para garantizar que al cuidar su limosna se interesen por ese dinero y sin que importe lo demás y voten por quienes se lo de, así que este domingo cuando se vote estará en juego el futuro del país al posibilitar la permanencia del “falso Mesías” como denomina la revista The Economist, a quien amenaza con extender su mandato o imponer a Claudia Sheinbaum o Ebrard para presidente el sexenio próximo, garantizando su posterior impunidad, porque el refrán dice: “que chinto tapa a chinto” y este a su compañero, perpetuándose el estilo de política y gobierno acostumbrado en México desde los años 50 del siglo pasado y que obviamente no ha cambiado, porque si un candidato a gobernador pierde su registro, se impone a su hija, México llega al tercer mundial en muertos por Covid, se cae el Metro y nadie renuncia para realizar investigaciones, se rifa o vende el avión presidencial y sigue guardado, además que el narcotráfico, crecimiento del crimen organizado ,asesinatos de candidatos y lo que se acumule sigue igual o peor que antes, así que este domingo cuando vote se debe considerar, especialmente los que por años nos abstuvimos por años, ¿que es lo que queremos para nuestro país, para nuestra patria?, al margen de los dos mil pesos que como dádiva se den cada mes, un gobierno autocrático, continuidad de la mediocridad disfrazada de austeridad, incremento de la polarización social, continuidad de la corrupción que es tradición nacional. O un gobierno que tenga contrapeso en el congreso, porque todo seguirá igual, excepto a nivel local, donde desde presidentes municipales y gobernadores, serán votados en función de lo que hicieron sus antecesores en los pasados tres años que cumplen al finalizar este año y, que de sus resultados dependerá que los ciudadanos quieran más de lo mismo, porque en tres años no se han entregado las perlas de la virgen o buscar alternativas, no por el partido político, sino por la persona.