Carlos R. Aguilar Jiménez.
La Escuela Normal Superior Federal de Oaxaca (ENSFO) y escuelas normales donde el gobierno se supone forma, instruye y educa a alumnos que después de licenciarse se convertirán en profesores de estudiantes que sus padres no pueden pagar educación en escuelas privadas, se han convertido en “barriles sin fondo”, instituciones que abandonaron el propósito docente, misión educativa y ética, para transmutar en centros de formación de lideres venales, dizque luchadores sociales y de profes que lejos de enseñar se dedican al chantaje, extorsión e intimidación.
La ENSFO y demás Escuelas Normales de Oaxaca a decir de los profesores y la sociedad en general, ti8ene un esquema de corrupción extrema donde 79 millones de pesos anuales que recibe sirven únicamente para mantener inmuebles y salarios, pero no para formar profesores que tengan como prioridad la enseñanza aprendizaje de ellos mismos y después de sus alumnos, porque los normalistas sabiendo que tienen plazas aseguradas integrados al Cartel 22 del magisterio, saben que humillarán al gobierno y pondrán de rodillas a las autoridades como lo han venido haciendo impunemente hace más de 30 años, especializándose no en ciencias naturales, sino en instalación de barricadas, formándose, no docentemente, sino en técnicas de asalto e irrupción para secuestrar casetas de cobro, entrenándose para saquear tiendas departamentales y robar camionetas repartidoras, así como aprender estrategias para bloquear calles, desvalijar y robar autobuses de pasajeros o camiones de transporte, sabiendo que lo harán libremente, porque a la menor manifestación del gobierno de aplicar la ley, de inmediato utilizaran sus conocimientos en guerra de guerrillas, irrupciones y asaltos para poner de rodillas al gobierno, y el mismo gobierno, sabiendo que la política es de abrazos, en la inteligencia que saben los cargos públicos no duran más que seis años, les da lo mismo lo que hagan o dejen de hacer los normalistas, porque todo aquel que tiene buen sueldo o los políticos que ganan obscenamente, inscriben a sus hijos en escuelas privadas, de preferencias las que estén más lejos de cualquier relación con escuelas públicas, para evitar la nefasta influencia ideológica de los profes normalistas.
No es lo mismo inscribir a un hijo en una escuela privada donde los profesores no estudiaron en una Normal, sino en universidades, colegios o academias, donde la filosofía es enseñar y se educa con ética, que egresar de una Escuela Normal donde lo que vale es transar, amenazar, intimidar o asaltar y nunca enseñar, siendo en extremo perjudicados los estudiantes de escasos recursos que son aleccionados o adoctrinados por ex normalistas que se formaron asaltando, secuestrando, agrediendo, bloqueando y violando la ley con el pretexto de la reivindicación social o la lucha de clases, buscando la imposición del comunismo o cualquier otra ideología propia de resentidos sociales.