- Paréntesis
- Música. Cine. Entretenimiento. Tendencias.
Ismael Ortiz Romero Cuevas
Cada que escucho la música, la maestría o alguna pieza de música clásica interpretada al piano por el grandioso Lang Lang, no puedo dejar de evocar una parte importante y grandiosa de mi vida: recordar el tiempo de cuando mi sobrino Tadeo tenía unos tres o cuatro años y que, por alguna razón, escuchó en la casa el disco (sí, aún eran algo populares los discos compactos) llamado “The Mozart Album” de 2014, y llamó su atención e hizo que, aquél casi bebé de ese entonces, dirigiera con su manita las notas que de aquellas bocinas salían y pidiera que todo el disco se repitiera una y otra vez.
Las sonatas del prodigioso pianista chino habían conquistado un niño a quien siempre le ha gustado la música, pero que en aquél entonces no tenía idea de quién era Mozart y mucho menos Lang Lang. Y es que no podemos negar que el fenomenal artista chino posee un estilo portentoso en sus ejecuciones que lo llevan a producir sonidos embelesadores capaces de conquistar casi hasta el hipnotismo a quien lo escuche. Verlo en un concierto, es además una experiencia sin precedentes, pues posee un carisma fuera de serie y una personalidad explosiva. Simplemente demuestra que él nació para estar en un escenario, recorriendo nuestras emociones con su piano y prácticamente hacer un arte tan exquisito que pareciera irreal, que pareciera magia.
Lang Lang se ha convertido a lo largo de su carrera, en uno de los músicos más influyentes del mundo de los últimos 20 años, pues entre sus logros se destaca el haber ganado el premio Chaikovski cuando él tenía doce años y ha sido el primer y único músico chino en unirse a las filas de la Orquesta Filarmónica de Berlín y la Sinfónica de Viena, además de también tocar con algunas de las más reconocidas de los Estados Unidos. Desde el 2002, cuando inició su carrera como pianista en solitario, ha presentado 26 discos de estudio y vendido más de 60 millones de álbumes en el planeta, además de tener gran desempeño en plataformas digitales como Spotify, donde reporta un promedio de 3.4 millones de oyentes mensuales.
Además de eso, ha colaborado con grandes artistas como Paul McCartney, “Metallica”, “Dos Cellos”, Katherine McPhee y Andrea Bocelli por nombrar a algunos y ha actuado en los más grandes escenarios y eventos de talla mundial como el Concierto de los Premios Nobel en Estocolmo en 2007, en la clausura de la asamblea del Foro Económico de Davos en 2010, en la cena de Estado de la Casa Blanca en 2011, además de estar en la apertura en los Juegos Olímpicos de Pekín, en el Mundial de Futbol de Francia y eventos con millones de espectadores. Pero Lang Lang no es solo alguien que puede ser algo así como la súper estrella del piano de este tiempo, también es un filántropo y uno de los embajadores de las artes con más presencia en el mundo. Cada año, Lang Lang lanza una convocatoria a todos los niños del mundo como audición, seleccionando a solo 20 de ellos y costeando el viaje a Vienna, donde tomarán clases con el pianista en persona.
Lang Lang vivió una infancia difícil debido a su padre, quien lo hacía ensayar piano durante ocho horas diarias e inculcándole que tenía que ser el mejor. Así vivió su niñez y adolescencia dedicada únicamente al piano y la prueba de fuego, llegó cuando Lang Lang audicionó en una dura prueba cuando tenía nueve años para ingresar al Central Conservatory Of Music de Beijing, China y fue rechazado. Su padre entonces le hizo sentir que su vida había sido en vano, pues para eso había sido educado. Sin embargo, otro de los profesores de ese mismo Conservatorio, se conmovió por él al ver la tristeza que eso le había ocasionado, por lo que le solicitó que ejecutara el segundo movimiento la “Sonata de piano número 10 en do mayor” de Mozart y, al apreciar su habilidad, lo animó a que volviera audicionar; ese mismo año, Lang Lang consiguió el lugar en el Conservatorio.
Entre otras responsabilidades, Lang Lang es desde 2004, Embajador de la Buena Voluntad de la Unicef y este 03 de octubre, se presentará por primera vez en México, en el Auditorio Nacional acompañado de la Orquesta Sinfónica de Minería, donde ejecutará temas que se contienen en su más reciente material, “The Disney Book”, en el que ejecuta con su inigualable estilo, las canciones más icónicas de las películas de Disney. Quien pueda asistir, sin duda será testigo de un espectáculo de clase mundial, presenciando las ejecuciones de uno de los más grandes pianistas de todos los tiempos, y que vive en nuestra época.
Encuéntrame en:
X: @iorcuevas
Threads: @iortizromero1