Carlos R. Aguilar Jiménez
Frente al espantoso caos vial, circulación pesada, millones de baches similares a cráteres lunares y manejo desquiciado de taxistas y motociclistas tripulando mortálikas debido al pésimo servicio público que ofrecen los destartalados autobuses, la opción sería el Citybus, el servicio público que ofrece el gobierno estatal en rutas que son rentables, siguiendo casi los mismos recorridos de los autobuses urbanos concesionados para pasajeros, que, si bien el Citybus es más eficiente, limpio y cumple con sus rutas, la realidad es que son insuficientes y no sirven para nada al usuario que no vive o trabaja por los rumbos de las rutas que recorren y es donde más se necesitan.
Usuarios, pasajeros potenciales que, como ejemplo, viven por el rumbo de San Agustín Yatareni, San Andrés Huayapan, del Monumento a Juárez hasta el Cecyte I, carecen de un servicio digno y frecuente de transporte, debiendo esperar en ocasiones hasta una hora para abordar un autobús o taxi de pueblo, porque al no ser una ruta rentable, el Citybus no circula ni son suficientes los autobuses concesionados, obligando a los habitantes a adquirir vehículo propio, incluso una moto que, necesariamente deberán circular por la carretera rumbo al centro de la ciudad o al poniente, dado que no existe opción de locomoción al seguir abandonado el Libramiento Norte, por donde podrían circular miles de vehículos al día agilizando el tráfico, disminuyendo tiempos y evitando emisiones excesivas.
El Citybus en una buena intención y proyecto del gobierno estatal que si bien es insuficiente, podría, con voluntad política y social, crecer en rutas, ampliación de horarios y número de vehículos, mejorando la calidad de vida de usuarios y de la población en general, no obstante, también sería una excelente acción social y política, según la ideología del gobierno actual de: “Primero los pobres”, rescatar, rehabilitar y poner en funcionamiento el Libramiento Norte, obra cancelada con pretexto ecológico por los “ricos” o pudientes habitantes de San Felipe del Agua y zona norte de la ciudad, cuando lo cierto es que, si se hacen cálculos matemáticos, estadísticos o descriptivos, se verá que resulta más ecológico que los autobuses de pasajeros y vehículos privados circulen por la ruta del Libramiento Norte, que mantenerse atascados o embotellados hasta una hora por la carretera panamericana, principalmente en horas pico.
La cantidad de vehículos en circulación ha excedido toda expectativa y proporción en función de las vialidades, que son las mismas desde el siglo pasado, por lo que se planeó el Libramiento Norte, sin embargo, los intereses mezquinos de fundamentalistas verdes, políticos y magnates que viven por la ruta hoy abandonada, cancelaron la utilidad de una obra que, si se armonizara con el Citybus y prohibición absoluta de estacionamiento en el periférico y carretera internacional, mejorarían la calidad de vida de los más pobres que usan autobuses y, que son bandera del gobierno y no los ricos.
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