Carlos R. Aguilar Jiménez
Relativa y superficialmente todos conocemos el ciclo hidrológico, dinámica atmosférica que explica cómo el agua se evapora, condensa en nubes, después llueve y vuelve a evaporarse al calentar por radiación solar; pero, lo que no sabe ni conoce la mayoría, principalmente los carentes de cultura científica: ambientalistas y fundamentalistas verdes, es el ciclo undecenal del sol, el periodo de once años en que la actividad solar expresada en mayor número de manchas en su superficie, se completa cada 22 años, en función de la bipolaridad magnética solar.
Fue en 1843 cuando el farmacéutico alemán, Samuel H. Schwabe, aficionado a la astronomía al observar el sol sistemáticamente y revisar sus registros de observación de manchas solares, descubre el ciclo undecenal, percatándose, astrónomos posteriores que, el número de manchas aumenta desde prácticamente ninguna hasta más de cien, decrece de nuevo y así sucesivamente con un periodo de once años, que en su totalidad es de 22 y, si aún no sabemos cuál es la causa de este periodo, lo que sí conocemos es que correlacionado en el ciclo undecenal de máximas manchas, llueve mucho, los ciclones son poderosos y más las lluvias y, después, la sequía es extrema, casi no llueve, los ríos se secan y no hay agua y no porque no paguemos verificación, sino por el sol.
El ciclo solar en que nos encontramos hoy es el vigésimo quinto ciclo solar desde 1775, cuando comenzó el registro de la actividad de manchas solares. Este ciclo que oficialmente inició en 2019 con un mínimo de manchas, finalizara en 2030, y, según la estadística realizada, existe una gran relación con la meteorología y las lluvias, de tal forma que a mayor número de manchas más llueve en un año y, como descubrió Schwabe, el precio del trigo y productos vegetales alimenticios, baja, por la alta producción y, al contrario, cuando no hay manchas en el sol, también hay pocas lluvias y la producción agrícola y ganadera desciende, subiendo los precios al consumidor.
Este año, como el anterior y próximo, lloverá mucho y más tiempo hasta finales de octubre, cuando concluya la temporada de huracanes, así que para todos aquellos ecologistas de gran corazón pero poco cerebro, que en tiempo de sequía (pocas manchas) dicen que es por culpa de la contaminación, deforestación o lo que sea hagamos los humanos, no es así, es el sol y su ciclo undecenal, porque para el planeta Tierra, la naturaleza, los huracanes o terremotos, los seres humanos somos lo mismo que las hormigas; aunque eso sí, tan arrogantes que decimos podemos salvar al mundo, un mundo que tiene cuatro mil 600 millones de años y le falta otro tanto igual, con o sin humanos, pero plagado de políticos corruptos que aprovechan la moda ecológica para extorsionar con cobros por verificación vehicular desentendiéndose de proporcionar agua a la ciudad, agua que hay y en abundancia, pero la controlan pipas de mafiosos de guachicol de agua que pagan cuotas al gobierno.
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