Carlos R. Aguilar Jiménez
Es normalmente aceptado que aldeas gobernadas por sistemas segregacionistas de usos y costumbres, que en realidad son “abusos y malas costumbres”, también se asuman: pueblos originarios, argumentando que desde el principio de los tiempos han estado ahí, que son aborígenes, dueños de la tierra donde viven, aunque no sean dueños de nada porque al estilo comunista, es de todos, es comunal, y si es de todos es de nadie y, menos de los migrantes que ahí viven y discriminan como avecindados, intrusos “de su tierra”, sin derechos y sí, cientos de obligaciones y tributos..
No existe ningún pueblo que sea originario, porque todos llagamos de otro lugar en algún momento de la historia, como México, antes Nueva España y antes las distintas migraciones provenientes del norte, que cruzaron el estrecho de Bering y como nómadas llegaron paulatinamente a poblar América, fundando ciudades y civilizaciones como Monte Albán, Teotihuacán, Uxmal, Chichen Itzá y otras que colapsaron y desaparecieron siglos antes que llegaran los migrantes europeos que se quedaran a vivir en estas tierras.
Este país se llama México, por los mexicas, aztecas o aztlanecas por provenir de Aztlán, conquistando, sometiendo a los pueblos que vivían antes que ellos en el valle, fundando Tenochtitlan dos siglos antes del encuentro con otros migrantes comandados por Hernán Cortes quien con 400 españoles y miles de indígenas, acabaron con el cruel, sanguinario y bestial imperio azteca y sus sacrificios humanos, iniciando desde entonces una globalización y migración de catalanes, castellanos, árabes, africanos, chinos, filipinos y migrantes de casi todo el mundo, fundando ciudades como Oaxaca, Puebla, Querétaro, Acapulco y muchas otras que antes no existían.
Los únicos pueblos o habitantes originarios, son los africanos, porque en ese continente surgió, evolucionó, la especie humana y en consecuencia todos somos africanos de origen y, debido a las migraciones de nuestros ancestros, el resto del mundo se pobló de humanos, siendo, los que hoy se dicen pueblos originarios, los últimos, porque los que podrían ser pueblos ancestrales, no originarios, los constructores de Monte Alban o Teotihuacan, colapsaron, y los sobrevientas se fueron, migraron a otras tierras en busca de alimentos y donde vivir, así que cuando se funda Tenochtitlan miles de años antes ya existían las ciudades egipcias, persas, chinas, mongoles, romanas, árabes y del Indostán, todas también creadas y habitadas por gente que llegó de otro lugar, por migrantes que no son originarios
Los pueblos que se dicen originarios, no lo son porque los caseríos o aldeas que hoy son pueblos o villas tienen una iglesia virreinal y aunque sean descendientes de los primeros migrantes, estos vinieron de lejos, de otro lugar a discriminar, segregar y extorsionar, con sus abusos y malas costumbres a los nuevos migrantes que llaman avecindados o intrusos. Siendo un hecho, al margen de interpretaciones, que los únicos pueblos originarios son los de África.
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