Carlos R. Aguilar Jiménez.
Es un hecho y consecuencia conocida por la gente, especialmente por mujeres educadas, que mientras más ignorante, religiosas (especialmente católicas), e incultas sean las mujeres o una pareja, más hijos tendrán, asumiendo el mandamiento de creced y multiplicaos o la sentencia que dice “hay que tener todos los hijos que Dios dé, porque ya él proveerá”, llenándose de hijos los estados más pobres, del sur de México y Centroamérica, de donde ahora vienen hordas de migrantes violentos, dispuestos a todo con tal de pasar ilegalmente a EU, donde esperan tener una vida mejor y, más hijos, como los que arrastran con ellos en su migración.
El crecimiento imparable, la explosión demográfica nos ha llevado a superar 7 mil millones de personas- en México 115 millones- aumentando mundialmente a un ritmo de más de 100 millones cada año, constituyendo el mayor problema al que se enfrenta la humanidad, porque de la explosión demográfica se derivan: agotamiento de recursos naturales, pérdida de suelos fértiles, hambre, escasez de agua y la emigración de miles o millones que por llenarse de hijos como pareja, familia o sociedad, los recursos y oportunidades de sus pueblos ya no alcanzan, y desesperados huyen buscando oportunidades en otra parte, en el caso de los centroamericanos y mexicanos, en EU, donde sus habitantes hace décadas entendieron que el bienestar y calidad de vida dependen de la educación, la ciencia y la implosión demográfica, traducida como: “Los ricos cada vez más ricos, y los pobres tienen hijos” porque es un hecho indiscutible que las familias que no tienen recursos, educación ni dinero, por ellos mismos no deberían tener hijos, porque ¿con qué dinero comprarán alimentos? ¿como se van a transportar, cuidar su salud y especialmente educar o instruir para que por lo menos aprendan un oficio o se titulen en una profesión? Si no hay dinero, el destino de los hijos y sus mismos padres, es ser delincuentes o migrantes, unos dedicados a conseguir dinero en el mundo del crimen y, los otros tratando de introducirse ilegalmente a países ricos y democráticos como EU, porque pregunto ¿Si tan bien hablan algunos de Cuba o Venezuela, por que no migran para esos países? sino a EU, pero como sea, mientras la gente no se eduque y la iglesia no se sume a campañas de prevención de embarazos, se legalice el aborto y entienda que los hijos no son una inversión, sino un mal negocio, obviamente sin dejar a un lado las infinitas satisfacciones, amor, vivencias y experiencias maravillosas que se tiene con ellos, nadie puede negar que si se asume la responsabilidad de padres, salen muy caros, así que todos aquellos que se quejan del calentamiento global, contaminación, agotamiento de recursos, desertización, y como fanáticos ecologistas exigen leyes para evitar el desastre ambiental y la explosión migrante, debieran primero exigir un efectivo control natal, en el que por ley no se permitiera que por lo menos en cincuenta años, ninguna mujer engendre más de un hijo, y así, convirtiendo la explosión en implosión demográfica, todos los problemas, especialmente el de migración ilegal, se resolverán y hasta habría explosiones culturales, exceso de oportunidades y recursos, como sucedió durante el Renacimiento, cuando antes la Peste disminuyó naturalmente la población de Europa