Carlos R. Aguilar Jiménez.
Guardando proporciones, porque no es lo mismo gobernar un país que un municipio pobre, lo cierto en coincidencia es que AMLO y Osvaldo son del mismo partido que ganó las elecciones de la república y el municipio de Oaxaca de Juárez, así que en esencia y coincidencia la perspectiva política y administrativa que se tiene para ambos es la misma, y aunque las promesas de campaña fueron diferentes, en el fondo tienen la misma expectativa, de tal forma que si ambos siguen la misma ideología, al Municipio de Oaxaca le irá bien, porque es un hecho que lo más perjudicial para la sociedad y economía es la corrupción, y así la próxima asunción de Osvaldo García como presidente municipal para el trienio 2019-21 es altamente prometedora.
Invasión extrema de vendedores ambulantes y pordioseros en lugares emblemáticos, anarquía vial y abuso extremo de policías viales municipales, los más corruptos del universo, inoperancia de semáforos, pésimo de servicio de limpia, bares y mezcalerías en cada cuadra del Centro Histórico que lo convierten de noche en mega cantina, además de baches, topes en las calles, incluido el despojo de portales del zócalo, saturación del mercado de abasto, inexistencia de espacios en panteones y advertencias de EU respecto de lugares peligrosos para turismo en Oaxaca, son algunos de los problemas y necesidades que deberá resolver atinadamente, obviamente si cuenta con el apoyo priista del gobernador, quien como a todos los gobernante del pasado régimen no les conviene triunfen o destaquen los de MORENA, porque del éxito municipal que tenga Osvaldo podría depender su postulación a gobernador y triunfo en elecciones 2020, así que de AMLO a Osvaldo hay esperanza y optimismo, del primero esperando cumpla con su Cuarta Transformación, y del segundo en la presidencia municipal, de la misma forma anunciada, como dicen en todo discurso: aboliendo la corrupción del pasado régimen el presidente Osvaldo rescate el Centro Histórico de la mafia de vendedores ambulantes, “niños tienda”, controle mezcalerías, acabe con la extrema corrupción de policías y agentes viales, garantizando la seguridad de propios y visitantes, apoyando la cultura y turismo, porque siendo la ciudad de Oaxaca Patrimonio Cultural de la Humanidad, promoviendo por medio de la dirección más importante del municipio, que es la de Cultura, todo lo relacionado al turismo se incrementa y mejora en proporción directa, porque está demostrado que a Oaxaca vienen turistas por su atractivo y cultura, así que impulsando la Cultura y mejorando el paisaje urbano, eliminando grotescos puestos, como se hizo con vendedores de los viernes del llano y la calle a un costado del Jardín Labastida, lo mismo debe hacerse con los del zócalo, Gurrión y todos los lugares que han sido invadidos por puesteros manipulados y dueños de restaurantes, encabezados por líderes venales que han puesto de rodillas al gobierno municipal, intimidando con bloqueos o lo que se les ocurra para poder seguir operando impune y corruptamente; pero no más, porque desde enero en Oaxaca de Juárez todo será diferente para estar en sintonía política con la Cuarta Transformación de AMLO. Rescatar portales del zócalo sería un buen ejemplo de principio de autoridad y anticorrupción de Osvaldo contra los abusos de pudientes, que sería muy bien visto por todos, así como AMLO canceló el NAICM demostrando sus intenciones y autoridad contra la corrupción.