Carlos R. Aguilar Jiménez.
Si para mal, no para bien, los medios en el país, desde los masivos electrónicos o escritos y redes sociales durante los últimos meses se dedicaron despiadada y abusivamente a hablar, comentar, criticar o reflexionar respecto de los candidatos a la presidencia de la república y demás cargos de elección popular, como si en México no existiera gente honesta que debiera destacarse y enaltecerse porque trabaja, cumple y hace que este país funcione, ya que para los medios y el chismorreo de las redes sociales las cosas importantes y valiosas que se hacen en universidades, empresas, en el arte, cultura o la academia no significan nada, destacando únicamente lo pedestre y ruin de los políticos, llenando de memes y hasta de música vulgar las ocurrencias prosaicas de candidatos, lo cierto y bueno de todo esto es que con el inicio del circo o feria que significa el mundial de fútbol por fin se acaban las campañas políticas, porque desde ayer a nadie le importa lo que digan o hagan los candidatos.
Las declaraciones vacías, insultos, descalificación, ignorancia, deshonestidad, y extrema corrupción que caracteriza a todos y cada uno de los candidatos, como debiera ser siempre, serán ahora únicamente notas al margen y reportes perdidos entre las noticias derivadas de los partidos y competencia de los equipos de fútbol en Rusia, porque lo cierto es que, al margen del chisme, anécdota o habladuría de los candidatos y sus mentiras, falsedad o patrañas, a la gente en realidad no le importa que hagan o digan, y solo porque no hay otra cosa que ver o hacer y por la intensa campaña que hacen los medios, es que nos enteramos, porque no queda otra opción respecto de lo que hacen o dicen, no obstante, desde ayer esto se acabó, porque hoy y durante un mes el interés de la gente será el fútbol y sus resultados, los protagonistas y sus goles, no las mentiras y falsedades de todos los candidatos quienes como auténticos póngidos o hooligans se dedican a agredir y descalificar mutuamente sin proponer algo real y posible para mejorar las paupérrimas condiciones socioeconómicas de México, así que alabada sea la feria del fútbol mundial que nos ha venido a rescatar de los millones de spots, anuncios y publicidad de los partidos políticos desesperados por seguir controlando y sojuzgando a los mexicanos, quienes feliz y finalmente desde ayer dejaron de interesarse por la política, para entregarse, si bien a otro circo, al menos es más noble y no causa daño, únicamente divierte y entretiene. aunque también enajena, proporcionando relativa ilusión a los ingenuos que, en su mundo de irrealidad y fantasía, igual que con los candidatos, aún creen que los ratones verdes harán algo digno por México, cuando bien sabemos que todo es negocio, desde los partidos políticos y la selección de fútbol, como medios ideales para mantener a la población ajena a los libros, la ciencia, el conocimiento, el arte y su consecuencia: escepticismo, crítica e incredulidad tanto de los candidatos como del fútbol nacional, reflejos de nuestra triste realidad..