Carlos R. Aguilar Jiménez.
Serán becarios, no empleados de la Iniciativa Privada. Las becas para “ninis” costarán al gobierno 108 mil millones de pesos, dinero en cantidades astronómicas con el que el programa de becas: “Jóvenes Construyendo el Futuro”, de AMLO pretende becar a mas de dos millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis). El programa que busca combatir esta tendencia (dice el presidente electo), “contará con una partida presupuestal de 108 mil millones solo en 2019” un poco más de los 106 mil millones de pesos que recibió este año para su operación la SEDESO, dilapidando y atomizando así miles de millones de pesos de impuestos de mexicanos que sí trabajan y cumplen con sus obligaciones fiscales, en adolescentes y jóvenes que ni estudian, ni trabajan y lo más probable es que nunca harán algo útil en su triste vida futura, porque así fueron educados y sabemos que: “Infancia es destino”.
Los “ninis” son jóvenes que crecieron sin que sus padres les exigieran algo, dejándolos que transcurrieran los días de su vida en total improductividad, indolencia, flojera, pereza, desidia y abandono por todo, excepto quizá por cierto interés hacia sus cuates, el alcohol, futbol, billar, juegos electrónicos o lo que sea hacen para entretenerse o divertirse sin ninguna utilidad para nadie, porque sus padres o familiares como responsables directos de su desarrollo, si bien se preocuparon relativamente porque aprendieran a leer, escribir y realizar operaciones matemáticas elementales, nunca se interesan porque sus hijos, si no estudian, por lo menos aprendan un noble oficio, y, en talleres de herrería, carpintería, mecánica, hojalatería o artesanías, se convirtieran, primero como aprendices o discípulos, después en maestros expertos con potencial de instalar un taller, un negocio que ofrezca servicios que son bien pagados, porque nadie puede negar que plomeros, electricistas, tapiceros, fotógrafos, maestros de obras o taqueros ganan bien, mejor que algunos profesionistas o burócratas, porque no únicamente son exitosos los jóvenes que se licencian y ejercen una profesión, sino también los que hacen negocios, empresarios, comerciantes y vendedores, pero todo esto requiere disciplina, compromiso, levantarse temprano, hacer las cosas bien y comportarse serio, no estar esperando que los demás, incluida la divina providencia o AMLO, hagan algo por ellos, por lo que 2.3 millones de ninis únicamente pulverizaran el dinero de sus becas, porque no me los imagino teniendo que trabajar bajo mis órdenes con un horario de entrada a las 08:00 de la mañana, y una jornada diaria de ocho horas que demande intensa actividad y compromiso para cumplir con el desempeño de forma eficiente, cuando han estado acostumbrados a desobedecer, holgazanear y hacer lo que les dé su regalada gana, y, de repente por dos mil pesos tenga que acatar órdenes que implican respeto, compromiso y trabajo duro, sin saber hacer algo. Dilapidar dinero en dádivas sociales es populismo, es no entender que vale más enseñar a pescar que regalar pescados. Todo lo demás son anécdotas.