Carlos R. Aguilar Jiménez.
Concluyó finalmente la huelga en la UABJO después de 25 días sin obtener los beneficios extremos que pretendían los lideres de uno de los sindicatos para si mismos y agremiados, perjudicando irremediablemente a decenas de miles de estudiantes que durante un mes no asistieron a sus escuelas, institutos o facultades a aprender lo que correspondía en ese período y, que por más que quieran recuperar será imposible de lograr porque en el proceso enseñanza – aprendizaje, lo que no se asimila o trasciende en tiempo y forma, es borrón y cuenta nueva o se deja entre renglones.
Sabemos bien que a los gobiernos, y más al actual, lo que le importan son votos y popularidad, por eso su mensaje es decir lo que deje contentos a sus seguidores y no lo que es real; privilegiando siempre la ignorancia sistémica y analfabetismo funcional, porque mientras más iletrada sea la gente, más fácil se maneja, es cómodo engañarla y sencillo manipularla, así que la estrategia de cancelar la Reforma Educativa regresándole todo el poder, plazas y dinero a profes de la Gestapo 22, así como permitir que haya huelgas de un mes, es oportuno y deseable para los gobernantes, porque quizá en ese tiempo los alumnos que no pudieron asistir a tomar lección, hubieran aprendido algún concepto que los hiciera reflexionar o recapacitar respecto de los intereses verdaderos de la UABJO, que si bien en algunos catedráticos es la ciencia, arte o educación, para los líderes sindicales, porros, fósiles y demás parásitos universitarios, lo que importa es el dinero y posibilidad que cuando terminen sus cargos, se puedan emplear en el gobierno como han hecho cientos hace décadas y ahora mismo, así que la promesa de la UABJO, donde el requisito es: “Inscribirse y no morirse… para recibirse”, aplica hoy bien arruinando la capacidad de contender por los mejores empleos a sus egresados, porque ninguna empresa privada que cuide sus intereses contrataría a un graduado de la UABJO si tiene oportunidad de emplear a uno de la ANAHUAC, La SALLE, URSE, VASCONCELOS o cualquier escuela privada donde nunca se pierden ni horas o días de clases, fomentando además en sus alumnos el respeto, disciplina, ética y compromiso para formar ciudadanos y profesionistas respetables y no grillos o resentidos sociales que a la menor inconformidad se manifiestan violentamente, emplazan a huelga o se declaran en brazos caídos, como es costumbre entre sindicatos de la UABJO que uno por uno emplazan a huelga, bloquean calles, secuestran autobuses y saquean camionetas repartidoras con el pretexto de su autonomía y libertad, que bien les ha servido para enriquecer a decenas de rectores, líderes y funcionarios, que al final se han transformado en lo que más odiaban cuando eran universitarios: de revolucionarios sociales a magnates o políticos, de luchadores sociales a capitalistas explotadores, como les gusta clasificar a la gente que con su estudios se han destacado por encima de la mediocridad universitaria de la UABJO, arruinada por sus decenas de sindicatos.