Carlos R. Aguilar Jiménez.
La discriminación en todos sus aspectos o sentidos que como conducta individual, social u oficial es condenada universalmente por segregar, excluir o descalificar a minorías o a quien no le guste a determinado sector, como hicieron británicos con hindúes o nazis contra judíos, y ahora en México la discriminación se esta convirtiendo en tendencia, porque desde la más alta cúpula la actual tendencia es dividir, excluir y discriminar estableciendo dos clases: fifís y chairos, siendo estos últimos los ideales, los aptos o leales al país, mientras los fifís son de lo peor por ser neoliberales, conservadores, la mafia del poder, el Prian, incluidos políticos y funcionarios de sexenios anteriores, estimulando la polarización social y segregación individual en tendencia discriminatoria.
Se discrimina no únicamente en soliloquios mañaneros con tendencia excluyente, sino también en hechos como sucede en la comunidad médica al ser consentidos los médicos cubanos a quienes ofrecen lujos y comodidades, mientras a médicos mexicanos que luchan contra el Covid apenas si se les proporciona equipo básico de protección. Se discrimina también a ciudadanos, porque ahora que criminales asesinaron a un juez, el gobierno indica se hará todo para castigar a los culpables, harán indagaciones hasta sus últimas consecuencias y realizarán todas las pesquisa, mientras que si asesinan a un profesor, matan un médico o a cualquier ciudadano, como si no importara lo mismo su vida, no se investiga, no se indaga y en 99 por ciento, no se condena nunca a culpables dada la inmensa impunidad y corrupción oficial. Así que guardando proporciones, pero que para el caso es lo mismo, no vale lo mismo un ser humano que se desempeñe como médico, ingeniero, arquitecto, profesor, psicólogo y menos periodista, que un juez, porque según el gobierno son especiales, diferentes, superiores, privilegiados, casi igual que los blancos ante negros o nazis frente a judíos y ahora: chairos frente a fifís o ricos ante pobres, que en este sexenio, al sector simpatizante del gobierno, los llamados Chairos se le considera privilegiados y no únicamente a nivel oficial, sino también en el ámbito personal, porque los chairos defienden con fanatismo y pasión desquiciada al gobierno, incluso más que a su familia en la misma tendencia creciente de odio individual, resentimiento social, revanchismo político y discriminación, implicando que si se trata de asuntos oficiales del pasado todo fue corrupción y saqueo, sin considerar en absoluto la obras e infraestructura que crearon, incluyendo en Oaxaca la supercarretera a Puebla que construyó Salinas, porque si bien todos los políticos mienten para ser populares, también han hecho obras de gran trascendencia e importancia para los estados o el país, sin descalificar ni discriminar a los demás, como está sucediendo con la actual y creciente tendencia discriminatoria oficial, en la que pronto será peligroso ser adinerado, empresario y lo que es peor, cuidando proporciones, ser judío, negro, rico o periodista, equivalentes actuales a Fifí o anti A.M. Porque en tendencia discriminatoria o se es del grupo o es traidor a la causa racista o política.