Carlo D. Aguilar Chiñas
Se dice que un padrino es aquella persona que vela por el ahijado en caso de que los padres tengan que partir, en mi caso mi padrino de bautizo, el de más alto nivel ante la sociedad, Dios y de alcurnia fue mi padrino Narciso Reyes, me bautizó junto a mi madrina “Tete”, hace casi 30 años y todos los días estuvo pendiente de mí, además que durante 31 años de manera ininterrumpida, siempre me visito con mi madrina en mi cumpleaños.
No encuentro mejor homenaje para él, que el de escribirle unas líneas, el periodista, maestro de reporteros, columnista, una de las plumas más críticas, prócer del periodismo oaxaqueño, tuvo que partir.
Fue un personaje trascendental en mi vida el cual me brindo consejo, amistad, camaradería y abrigo, es, fue y siempre será un referente periodístico, por haber creado la historia del periodismo en Oaxaca. En todas las personas que conoció y trató dejó marcada su huella de tinta periodística.
Nunca deje de aprender de él incluso la última vez que lo vi supe el porqué del nombre de su columna, en ese entonces su jefe, el Señor Bastida, al pedir un nuevo tipo de texto al personal, y el al entregárselo, quedó tan complacido que le dijo:” Esto se tiene que escribir con mayúsculas”.
CON MAYÚSCULAS recuerdo, esas caminatas, esos desayunos, esos viajes, las reuniones, tus consejos, tus bromas, tu irreverencia, siempre fue a tu manera, te recordaré siempre con esa sonrisa, esa picardía y esa manera tan única de ver la vida, estoy seguro de que reíste, perdiste, fuiste feliz, pero seguiste hasta el final a tu manera y esa manera fue con MAYÚSCULAS.
Me dijo un pajarito que pudiste llegar hasta el final a tu manera, abur… abur, hasta la eternidad.