Nematini Vladimir Acevedo Silva
Hoy se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social, fecha establecida así por la Organización de las Naciones Unidas el 26 de noviembre del 2007 que tiene como objetivo, recordar a los diferentes gobiernos del mundo, la importancia de establecer rutas de acción que permitan enfrentar aquellas inequidades que dan origen a las injusticias sociales.
En el caso de México, se puede encontrar que desde la Constitución de 1917 se buscó otorgar equidad de derechos y propiciar las herramientas necesarias para proporcionarles aquella justicia social a las personas y sectores que por décadas habían sido violentadas. Constitución que fue construida precisamente por los olvidados.
Por sexenios, la justicia social solo ha sido utilizada por todas las administraciones, ya sea federales, estatales y municipales, como un discurso hueco y sin sentido. Es decir, tan solo ha servido para justificar la creación de programas sociales que tienen un fin meramente clientelar. Aquí la justicia social no existe.
Administraciones han pasado y cada una de estas han justificado su esfuerzo por combatir la desigualdad, pobreza, desigualdad y exclusión. Presentan un sinfín de resultados obtenidos gracias a sus programas sociales, pero que, a la larga no tienden a generar a un progreso real en la ciudadanía.
Se olvidan que lo realmente importante es el crear políticas públicas que puedan instaurar de manera real, la justicia social que tantas y tantos mexicanos ansiamos.
Y es que se ve aún muy lejos que, la conmemoración de una fecha tan importante, pueda generar una conciencia real hacia nuestros gobernantes y representantes. Si no fuese así, no se estarían dando movimientos tan importantes como el feminista.
Pero también a la par, persiste el reclamo de los grupos indígenas y afromexicanos, colectivos LGBTQI y personas con discapacidad, los cuales, gracias a su persistencia y trabajo ciudadano, han logrado obtener pequeños triunfos que han servido para construir aquella justicia social, la cual se les ha negado categóricamente.
La justicia social es un tema que debe estar incluida en la agenda pública y ser excluida del discurso político.
Efectivamente, México tiene un largo camino para propiciar y otorgar lo necesario a aquellos grupos vulnerables, lo que por tiempo años y décadas no se les ha otorgado. Pero también es indispensable que el mismo estado ya no continúe siendo omiso.
Ya que, de continuar así, la nación se los demandará.
@NemasVA