Carlos R. Aguilar Jiménez
Estuvo y ya no está, existió y brilló estelarmente hace casi 12 mil millones de años, cuando el universo tenía unos mil millones de años de edad, y digo que estuvo y ya no está porque, no obstante el telescopio espacial Hubble la fotografió mediante el efecto de lente gravitacional, la estrella hace mucho tiempo explotó, dejo de existir, de brillar y ya no existe actualmente nada en el lugar donde estaba, porque la estrella que vemos en la fotografía es únicamente la luz que sigue viajando desde su lugar de origen, en la galaxia del amanecer donde se ubica la estrella Earendel: “Estrella de la Mañana”, como homenaje a Tolkien y “El Señor de los Anillos”, estrella que ha desparecido pero su luz siguió viajando hasta la lente y cámara del telescopio y de ahí a la NASA donde los astrónomos realizaron el descubrimiento de la estrella más lejana nunca observada.
A casi 13 mil millones de años luz la estrella Earendel que pudo ser vista, no obstante la distancia gracias a estar ubicada en la línea o surco de una onda en el espacio – tiempo (lente gravitacional) es una de las pocas estrellas que existieron en los primeros mil millones de años después del Big Bang, cuando aún no existían elementos químicos pesados que sirvieran para formar planetas, satélites y vida, convirtiéndose en la estrella más distante nunca vista hasta hoy y especialmente como un resultado extraordinario y casi final del telescopio Hubble que está a punto de dejar de funcionar y ser reemplazado por el telescopio James Web. La estrella, o mejor dicho, el sol recién descubierto esta tan lejos de la Tierra, del sistema planetario y de nuestra galaxia que su luz viajando a 300 mil km/seg., ha tardado 12 mil 900 millones de años en llegar a nuestro planeta, y en consecuencia lo que estamos viendo no es una imagen del presente, sino de la estrella como fue hace 12 mil 900 millones cuando el universo apenas tenía un siete por ciento de existir y ni existía nuestro planeta, y si bien los objetos más distantes vistos hasta ahora son cuásar y galaxias, el descubrimiento hecho en las fotografías tomadas por el Hubble servirá para entender mejores procesos cosmológicos.
Cuando vemos hacia arriba y contemplamos el universo a simple vista o mejor aún, a través de telescopios, como podrá hacerse de nuevo muy pronto en el Observatorio Astronómico Municipal, la contemplación de las estrellas es de éxtasis y gozo intelectual, que si para mal la potencia de ningún observatorio en la Tierra es suficiente para observar la estrella Earendel, si se podrá observar, la constelación y región donde se encuentra y, con un poco de abstracción, reflexionar respecto de los conceptos astronómicos que responden a las principales preguntas filosóficas: quienes somos, de dónde venimos y a dónde probablemente vamos. El Observatorio Astronómico Municipal de Oaxaca se prepara para reabrir sus instalaciones luego de, por pandemia, no poder ofrecer servicios al público, no obstante, cumplido con la bitácora de efeméride importantes.
Visite:
columnaalmargen.mx