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Ismael Ortiz Romero Cuevas
No sé si ya notaron que 1993 fue un año prodigioso para la música, pues grandes álbumes y emblema de la década de los noventa, fueron editados en ese año. Hace una semana, hablamos de que el disco más icónico de Mariah Carey, “Music Box” llegaba a las tres décadas de existencia y lo celebraron con una reedición del material con una portada modificada y con varias canciones extra incluidas en esa maquila especial. Y este año, llega también a los treinta años, otro de los grandes emblemas de esa década que abanderó a la Generación X; se trata del álbum “In Utero”, tercer y último material de estudio de la no menos legendaria banda Nirvana.
En ese año, un artículo de la revista Rolling Stone, publicaba que, para triunfar en aquellos nacientes años de la década de los noventa en la industria de la música, tenías que tocar ‘grunge’ o ser Mariah Carey, en clara referencia al dominio de las listas de popularidad y ventas tanto de Nirvana como de Carey sin saber, que, en ese lejano septiembre de 1993, se estaba presentando en el mercado el último disco que grabaría Nirvana. Para “In Utero”, tanto Cobain como Novoselic y Grohl, querían dejar atrás un poco el sonido ‘grunge’ y enfocarse más en el sonido ‘punk’ que había sido la influencia directa de los tres artistas, incluso, tratando de emular en cierto sentido al álbum “Surfer Rosa” de Pixies, la gran inspiración, sobre todo, de Kurt Cobain. Como todo disco legendario y hasta histórico, está lleno de curiosidades y de datos interesantes y hoy, te invito a que conozcamos algunos, para celebrar las tres décadas de este grandioso álbum:
1.- EL TÍTULO ORIGINAL
Cobain pensó en un primer momento titularlo “I Hate My Self And Want To Die” (Me odio y quero morir), sin embargo, tanto la disquera como Krist Novoselic influyeron en Kurt para que cambiara ese nombre por otro, porque sin dudas, les traería problemas. Así, se propusieron varios nombres, quedando otro como provisional: “Verse, Chorus, Verse” (Estrofa, coro, estrofa), sin embargo, extraído de en un poema de Courtney Love, Kurt Cobain propuso “In Utero”, que complació tanto a Grohl como a Novoselic y a los ejecutivos de Geffen Records. Y ese fue el elegido.
2.- UN ÁLBUM ‘PUNK’ EN VEZ DE ‘GRUNGE’
Para este disco, Cobain quiso adentrarse más en sus raíces ‘punks’ antes de continuar con el estilo de “Nevermind”, su álbum anterior y considerado su obra cumbre. Pero eso, no era casualidad. Cobain siempre quiso que este álbum fuera una especie de revés a las presiones mediáticas que la banda y él a nivel personal experimentaban por la prensa, la industria y por su creciente fama y que se convirtiera en una especie de testimonio de la angustia y depresión con la que lidiaba en silencio; quería crear un documento que reflejara su ya endeble salud mental transformada en un colérico arte.
3.- STEVE ALBANI COMO PRODUCTOR
Kurt Cobain, siempre quiso emular el sonido de la banda Pixies, incluso, declaró alguna vez a la revista Rolling Stone que “Smell Like Teen Spirit” fue un intento deliberado de crear el sonido de su banda inspiración. Para crear el anhelado disco con el sonido que él quería, la banda contrató al reconocido productor e ingeniero Steve Albani, que tenía una gran reputación en el mundo del sonido ‘punk’ y ya había trabajado con bandas como The Stooges, Ramones, Television, Suicide, Wire, The Fall, The Velvet Underground, The Birthday Party, Public Image Ltd., Killing Joke y por supuesto con Pixies, siendo el productor del álbum al que Cobain le rendía culto: “Surfer Rosa”. A Albani no le gustaba del todo el trabajo ni el estilo de Nirvana, pero aceptó cuando le ofrecieron más de cien mil dólares como sueldo.
4.- LA GRABACIÓN
En febrero de 1993, Nirvana se trasladó al Pachyderm Studio de Cannon Falls, Minnesota, para comenzar la grabación del álbum. Albani no se pudo reunir con ellos hasta después de unos días, sin embargo, ya había tenido acuerdos telefónicos con ellos para saber qué estilo era el que querían para el disco. Se dice que Albani se tranquilizó cuando supo eso, pues era un sonido al que ya estaba habituado producir.
5.- NIRVANA PAGÓ LAS SESIONES DE GRABACIÓN
Para terminar de grabar el disco, Albani les propuso a los tres integrantes de Nirvana que fueran ellos quienes costearan la grabación y la renta del estudio, pues por experiencia, sabía que los ejecutivos de las compañías disqueras suelen entrometerse en las sesiones para imponer los intereses de la compañía. Cobain, Grohl y Novoselic aceptaron y cubrieron los 25 mil dólares que costaron las sesiones.
6.- A PUNTO DE NO SALIR A LA VENTA
Steve Albani tuvo razón. El sello llamado DGC, filial de Geffen Records que era propiedad del entonces emporio discográfico PolyGram no intervino en las sesiones de grabación ni en el proceso creativo. La situación con esto es que cuando los ejecutivos escucharon terminado el disco no fue de su completo agrado, por lo que trataron de rechazarlo y no sacarlo a la venta. Fue el ímpetu de Nirvana, así como el renombre de Albani lo que hizo que se le diera la oportunidad. Y así, el 21 de septiembre de 1993, “In Utero” salió al mercado teniendo el gran compromiso de por lo menos igualar el éxito de “Nevermind”, su antecesor.
7.- LA PORTADA
La portada de “In Utero” no está a la altura de la de “Nevermind”, pero también es una de las más reconocidas de la década de los noventa. Cuenta la historia que Kurt Cobain se obsesionó con la anatomía humana cuando, siendo niño, le regalaron el juego de mesa “El Hombre Visible” por lo que siempre quiso hacer algo con la silueta. Se dice que mientras estaban en las sesiones de grabación, Kurt salía en auto a visitar una tienda de suministros médicos ubicada en un centro comercial. Ahí, compró un maniquí médico y algunas tablas para crear al ángel que quería que apareciera en la carátula. Ese modelo rudimentario sirvió para la creación de la portada y de la escenografía que decoraba el escenario durante la gira.
8.- LA CONTRAPORTADA
El ‘collage’ de la contraportada, fue montado en el comedor de la casa de Cobain. Fue tal su obsesión con esa instalación que Dave Grohl cuenta que Cobain pasó días enteros acomodando de manera meticulosa los fetos de plástico, intestinos y el caparazón de la tortuga. El día de la sesión, realizada por el fotógrafo Charles Peterson, colocó los claveles y lirios que decoraban el ‘collage’ y apresuraba a Peterson para hacer las tomas antes de que se marchitaran. Se sabe también que mientras se hacía la sesión de fotos de la composición, Cobain le puso al fotógrafo una mezcla aún no terminada del álbum para que le sirviera de inspiración y entendiera el estilo de lo que se buscaba.
9.- LA PROMOCIÓN
Nunca fue secreto que los ejecutivos de la compañía de discos no creían que “In Utero” tuviera éxito, vamos, ni siquiera a mediana escala. Por ello, la campaña de marketing fue realmente modesta, asegurando que “solo presentamos el disco y nos quitamos de en medio”, esperando que se vendiera casi solo. Fue por ello por lo que, cuando se presentó el CD (formato de aquellos años), no llegó acompañado de ningún sencillo promocional, evitando que entrara en las estaciones de radio que contaban para el tan ansiado Top 40. Geffen Records optó por enviar días después el tema “Heart-Shaped Box” a estaciones universitarias y del círculo alternativo de los Estados Unidos.
10.- WALMART Y K-MART SE NEGARON A VENDER EL DISCO
Las cadenas de súper mercados Walmart y K-Mart no quisieron vender el disco de Nirvana. El primero dijo que no tendría el interés de los clientes por lo que, desde su presentación, le negó la entrada a sus estantes. K-Mart por su parte, aseguró que “In Utero” no iba con el estilo de productos que ellos comercializaban y tampoco con el tipo de clientes que acudían a su establecimiento.
11.- DESAFÍO A LA MISOGINIA EN EL ROCK & ROLL
Kurt Cobain era gran admirador de bandas con integrantes femeninas como The Breeders, The Raincoats y los mismos Pixies, además de que fue gran defensor del movimiento llamado “Riot Grrrl”. Por ello, escribió el tema “Rape Me” (Viólame), en el que condena de manera enérgica el abuso sexual y muestra apoyo a las mujeres, sin embargo, eso causó gran polémica en ese tiempo. Sin embargo y pese a toda la controversia, Cobain declaro a la revista “Spin” en 1993: “Quizá (“Rape Me”) sirva de inspiración para que las mujeres tomen sus guitarras y monten grupos, porque ellas son el único futuro del rock & roll”, dijo.
12.- “IN UTERO” EN NÚMEROS
El álbum alcanzó ventas mayores a 180 mil copias en su semana de presentación, por lo que lideró la lista de “Billboard 200” durante dos semanas. Vendió cinco millones de copias en Estados Unidos y 15 millones a nivel mundial; se estima que las ventas actuales, ya rebasan los 19 millones de copias. Además de Estados Unidos, el disco alcanzó el primer lugar de ventas en Reino Unido y Suecia y el Top 10 en Australia, Canadá, Países Bajos, Austria, Noruega y Nueva Zelanda. “Pitchfork Media” situó In Utero en el puesto trece de su lista de los 100 mejores álbumes de los años noventa, mientras que la revista “Rolling Stone” lo colocó en la posición 439 de su lista “Los 500 mejores álbumes de toda la historia”. En 2004, “Blender” lo situó en el número 94 de sus 100 mejores álbumes estadounidenses de la historia, mientras que en 2005, “Spin” incluyó a “In Utero” en el puesto 51 de sus 100 mejores álbumes de 1985-2005.
Hoy, este mítico y polémico álbum llega a las tres décadas de existencial, siendo en este momento un documento que ha pasado a la historia, pues es el último que muestra nuevamente el talento de Kurt Cobain y su liderazgo. Gracias a las plataformas digitales, hoy podemos disfrutarlo en donde nos encontremos y qué mejor manera de celebrarlo que disfrutarlo a todo volumen. Y tú, ¿conoces algún otro dato de este grandioso disco?
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