CONTRAFUEGO || Rescate de la Constitución

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Aurelio Ramos Méndez

¡Bienvenida la veintena de reformas a la Constitución propuesta por el presidente López Obrador! Propugna cambios no para imprimirle una impronta personal a nuestra Ley Suprema y mucho menos desmantelar el Estado y remplazarlo por un presidencialismo autocrático, como bufan los contradictores de la 4T. Apunta apenas a tratar de recuperar la letra y el espíritu de la Carta Fundamental de 1917.

Durante los seis sexenios precedentes al actual, la Constitución experimentó ¡496 modificaciones!, que en algunos casos fueron remiendos sobre remiendos, y le cambiaron hasta el modito de andar a la Carta Magna, algo de lo cual no se percataron los hoy celosos cancerberos de la institucionalidad.

Fueron, en la mayoría de los casos, cambios consumados desde la ilegitimidad derivada de patentes fraudes electorales –los más escandalosos de Carlos Salinas y Felipe Calderón–, que sin embargo indujeron a los gobiernos de turno vanagloriarse con la certeza de que serían irreversibles.

Botón de muestra, en mayo de 2018, el último secretario de Hacienda de Enrique Peña Nieto, José Antonio González Anaya, en su despacho de Palacio Nacional, hacía campaña de manera descarada –a sólo dos meses de las votaciones federales– a favor del priista José Antonio Meade.

Sin el menor recato, tiraba línea a periodistas, entre estos los integrantes del Consejo Editorial de La Crónica de Hoy. 

El titular de Hacienda, activista electoral del PRIAN y operador de comunicación gubernamental, alucinado, sostenía que faltaban ya pocas reformas a la Constitución y la normatividad general “para llegar al punto de no retorno” en la configuración de un nuevo Estado de Derecho. 

Nuevo entramado jurídico con el cual –se esforzaba en engatusar– México se insertaría entre las naciones modernas. 

Espejismo éste con que ya en 1988 Salinas embaucaba y lucraba mediante la machacona aseveración de que nuestro país había entrado –en el papel, los discursos y la ley, no en la realidad– al primer mundo. 

Eran los días en que el regio secretario de Comercio y actual cicerone de la candidata presidencial del Frente Amplio, Ildefonso Guajardo, se lamentaba porque al cabo de un cuarto de siglo de TLC con Estados Unidos se habían conformado dos Méxicos, uno rico en el norte y otro pobre en el sur.

La intención develada por González Anaya, consistente en consolidar el orden jurídico iniciado por Miguel de la Madrid –quien le hizo 66 cambios a la Constitución–, acelerada por Salinas (55) y continuada por Zedillo (78), Fox (31), Calderón (110) y Peña Nieto (156), vale formular preguntas puntuales:

¿Dónde estaban los hoy celosos guardianes de la Constitución y la democracia cuando los dos más cínicos usurpadores de la Presidencia, Salinas y Calderón, carentes de respaldo popular, promovieron en cada caso 55 y 110 cambios a la Carta Fundamental?

Y, ¿dormían plácidamente cuando Peña Nieto impulsó las aludidas 156 transformaciones y a punta de sobornos con dinero, puestos burocráticos y prebendas a diputados, senadores y dirigentes políticos se hizo de mayorías para su aprobación por el Congreso?

Mil y una conjeturas han sido tejidas desde la oposición tratando de descifrar las motivaciones del tabasqueño para haber iniciado el paquete de reformas. 

Algunas de estas suposiciones, inmiscuirse de manera ilegal en el proceso electoral, poner el pie en el acelerador para –si los números le alcanzan—sacar los cambios en la próxima legislatura, el último mes de gobierno o los primeros del venidero, y hasta engañar con propuestas de derechos constitucionales ya existentes.

Además, intentar en pos de votos seducir a los ciudadanos, distraer de la corrupción de sus hijos, ocultar el fracaso total de su gobierno, condicionar la inminente gestión de Claudia Sheinbaum o poner los cimientos de un maximato.

¡Caramba! Sólo les faltó soltar el bulo de que el paquete incluía una iniciativa para reinstaurar el horario de verano y conseguir así, el 30 de septiembre, la prolongación por una hora del mandato de Amlo…

Excepto la iniciativa sobre pensiones con el cien por ciento del último sueldo del trabajador, ningún otro proyecto de reforma ha merecido la ponderación en sus términos ni el más tenue indicio de respaldo opositor. 

En un alarde de sentido democrático y respeto al Legislativo, los líderes de la oposición convocante a una marcha “en defensa de la democracia”, adelantaron –antes aun de que las iniciativas fuesen presentadas– que serán votadas todas en contra.

Si en el caso único de las pensiones hicieron la pantomima de meter reversa, ello se debió al riesgo de que sus candidatos a diputados y senadores puedan quedar sepultados bajo un alud de sufragios.

En voz del panista Marco Cortés condicionaron su respaldo a que el Ejecutivo explique de dónde saldrán los recursos para financiar la medida.

No se necesita ser un mago de las finanzas para pensar que ya va siendo hora de revisar el Fobaproa, con miras a contener la sangría anual de ¡51 mil millones de pesos! que la cobertura tan sólo de intereses implicará en lo que resta del siglo.

En este ambiente de pánico opositor a las urnas, el Jefe del Ejecutivo le asestó un puntillazo al Frente. 

Dijo que envió al Congreso la veintena de propuestas porque estamos en época electoral y es necesario y oportuno, antes de sufragar, hacer una valoración de los temas contenidos en los proyectos de reforma, pues la democracia es mucho más que la sola emisión del voto.

En la catarata de reacciones anti-4T, sin embargo, este loable esfuerzo de pedagogía electoral quedó reducido al simple afán presidencial de conseguir votos. 

Triste interpretación ésta que dijo más de la pequeñez de la oposición y su romo criterio político, que del empeño intervencionista del de Macuspana. 

Se agradece, en todo caso. Por este camino los adversarios del Peje ayudan a sacar del taller el “carro completo” y acelerar la reinstauración de la Constitución del 17.

RESCOLDOS

Con algunos de los más emblemáticos personajes de la vieja política el Movimiento Ciudadano aspira a representar “lo nuevo” en este campo. Un nombre lo dice todo: Claudia Ruiz Massieu, la sobrina de Carlos Salinas…

En MC también encontró refugio el dirigente de la Coparmex Gustavo de Hoyos. Salto del barco del PRIAN cuando notó que empezaba a hacer agua por los cuatro costados… 

En sesión del Consejo General del INE el perredista Guadalupe Acosta Naranjo admitió que nació en cuna muy humilde y ahora es archimillonario. Lo honra, desde luego, el orgulloso reconocimiento de su origen, pero con media vida dedicada a la política está ante la obligación ética de explicar cómo se hizo de vacas Pedro.

aurelio.contrafuego@gmail.com

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