Juan Carlos Salamanca
Dicen que las heridas son para siempre
Que cuando la vida golpea, deja marcas imposibles de borrar.
Pero no es cierto …
¿Las heridas duelen? ¡Sí!
Nos cambian, nos sacuden pero, con trabajo, dedicación y fe, esas heridas se transforman.
No desaparecen… pero se convierten en cicatrices, testigos de lo que sobrevivimos, huellas que nos recuerdan que fuimos más fuertes de lo que pudo habernos roto.
Creo que esta vida no se trata de vivirla intactos, sino de aprender a avanzar con las marcas que nos hicieron crecer.
Porque cada cicatriz cuenta una historia, y cada historia es prueba de que podemos salir adelante.
Dicen que las heridas son para siempre, pero la verdad es que las cicatrices son medallas y la prueba de que nada puede detenerte.
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