Carlos R. Aguilar Jiménez
Luego de décadas que el servicio público de pasajeros de la ciudad, cuando concesionarios de Choferes del Sur y Tusug – Sertexa, trataron a usuarios como ganado a bordo de deteriorados y mugrosos autobuses, abusando indignamente de pasajeros obligándolos a esperar el tiempo que querían y luego corriendo como cafres, comportándose cual póngidos, siendo esto y más injusticias solapadas por el gobierno por prestar sus autobuses para acarreos en mítines políticos y actividades con sus grupos de choque, finalmente en esta administración se acabó el monopolio y arbitrariedades del pulpo camionero… sin embargo, falta por eliminar la exención de feroces taxistas.
Toda ciudad civilizada, principalmente, las que su economía depende del turismo que busca seguridad en transporte y tranquilidad en desplazamientos, renta un auto, utiliza un autobús de pasaje o bien solicita un UBER a través de internet, donde la aplicación avisa en qué momento llega, qué vehículo es, placas, color y nombre del conductor, pudiendo pagar en efectivo o tarjeta, constituyéndose así, en la mejor forma de trasladarse de un punto a otro de cualquier ciudad que se respete a sí misma y a su gobierno, por preocuparse de sus habitantes y visitantes.
Oaxaca es una ciudad que depende del turismo, visitantes que se sorprenden al saber no hay servicio de UBER, y no lo hay porque la mafia de taxistas no lo permite, porque como hacían los camioneros, tienen aún acuerdos económicos o componendas políticas con el gobierno, o a nadie le interesan los pasajeros que, sin opción deben utilizar un taxi roba maletas conducido por un póngido, que trata sin educación al pasajero y cobra lo que quiere a bordo de su mugroso y viejo taxi.
La competitividad comercial y de servicios, así como inexistencia de monopolios, permite que usuarios o compradoras elijan lo que más les conviene, beneficiándose todos, no obstante, si existe proteccionismo o compromisos entre autoridades de vialidad y transportistas, entonces los pasajeros no importan y, si bien el servicio de BINNIBUS es un avance valioso que se reconoce y dignifica al gobierno del estado, lo cierto es que para que mejore sensiblemente el servicio público de pasajeros, debiera también funcionar en Oaxaca, el servicio de UBER taxis.
Sabemos que los taxistas, obedeciendo ordenes de dueños de flotillas o acatando instrucciones de sindicatos, secuestran la ciudad cuando algo no les conviene, beneficiando no al taxista, sino a propietarios y sus mafias, así que podría decirse es difícil enfrentar su ferocidad, pero este gobierno ha demostrado que si se puede y es así que ahora circula el BINNIBUS, y de la misma forma podría abrirse el servicio de UBER taxis, haciendo competencia justa, mejorando el servicio y creando cientos de empleos para quienes presten ese transporte cortés, eficiente y seguro. Todos felices con el BINNIBUS, especialmente la ruta a Huayapan y pronto circulen UBER taxis y… Libramiento Norte.
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