Carlos R. Aguilar Jiménez
Los únicos que por función legal de su profesión pueden reglamentariamente defender a criminales, son los abogados, profesionales, juristas que utilizando las leyes en juicios o frente a jurados y fiscales como autoridades, ya sea abogados de oficio o contratados por acusados, mientras no se demuestre su culpabilidad, se consideran inocentes, no así el presidente de México, quien por su investidura, lo que significa y trasciende, no debiera defender a secuestradores, asesinos, narcos, sicarios, matones, extorsionadores, asaltantes, feminicidas, homicidas, patibularios y demás inhumanos que han enlutado o arruinado a millones de mexicanos al asesinar a niños y familias completas, incluso muchas que votaron por Morena.
Con la benevolencia de AMLO para el crimen organizado y el desorganizado, los mexicanos que nunca creyeron lo que prometió el presidente, ahora preguntan: ¿por qué defiende a los criminales y narcos sabiendo tanto daño causan a la población que no se puede defender de ellos?, incluyendo al Ejército, Guardia Nacional y policías a quienes han puesto de rodillas u obligado a huir al no poder resistir balazos con abrazos, porque al final saben que los que serán castigados será la tropa o guardias y policías, porque con la liberación el 17 de octubre del 19 de Ovidio Guzmán, el afectuoso saludo del Presidente a la madre del criminal más infame de México, el Chapo, a quien le pidió no se bajara de su vehículo, porque el presidente fue fraternalmente a saludar, los soldados, policías y mexicanos, sean devotos seguidores del presidente o no, lo cierto es que el mensaje, la política federal, es defender y salvaguardar a los integrantes del crimen organizado, argumentando que son seres humanos, (Inhumanos debe ser) soslayando 115 mil brutales ejecuciones, más de 100 mil desaparecidos durante lo que va de este sexenio, miles de feminicidios, masacres semanales, impunidad de casi el 100 por ciento, porque en función de estadísticas y registros oficiales, este sexenio será el más violento de la historia, y aún faltan casi tres años, en los que esperemos no sean próximas víctimas de inhumanos criminales, no secuestren a un familiar, desaparezcan una hija, madre o hermana, asalten su casa o le roben su moto o automóvil violentamente, a quienes aún siguen defendiendo la ideología protectora de criminales, individuos que si anatómicamente son seres humanos, su comportamiento no es de Humanos, ¡es de póngidos o bestias!, porque ser Humano significa pertenecer a la humanidad y esto implica ser civilizado, educado, honesto, respetuoso, condiciones de humanidad, sensibilidad o compasión que no tienen los criminales y, tampoco los políticos, lo que quizá pueda explicar de alguna forma las alianzas y acuerdos que establecen los dos bandos, protegiéndose mutuamente y dejando en el desamparo a los ciudadanos: Humanos, quienes ya no tienen quien los defienda, porque para el gobierno primero están los delincuentes sanguinarios, crueles, bestiales: póngidos- inhumanos.
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