CONTRAFUEGO || No es Trump, son los polkos

Date:

Aurelio Ramos Méndez

En buena hora la presidenta Claudia Sheinbaum respondió a las baladronadas del cavernícola Donald Trump con la aplacadora advertencia de aplicación ipso facto del artículo 196 del Código de Hammurabi, que desde hace cuatro mil años nos enseñó la noción más elemental de proporcionalidad en la justicia: “Si un hombre vacía el ojo de otro hombre, se le vaciará su ojo”.

Fiel a su matonesco estilo negociador, el gringo loco amenazó con imponerles arancel de 25 por ciento a los productos mexicanos. Lo cual hizo que nuestra Jefa de Estado, epistolarmente, le dijese que “no es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos”, pretexto de las intimidaciones.

Y no lo es, le anticipó, porque “a un arancel vendrá otro en respuesta”.

Fue una oportuna y precisa advertencia de la disposición de usar la ley del talión, grabada en piedra por el rey babilonio, y otros de cuyos artículos previenen que “si un hombre rompe un hueso de otro hombre, se le romperá su hueso” y “si un hombre arranca un diente a un igual, se le arrancará su diente”.

Hay ingenuos o perversos vendepatrias, colaboracionistas con la Casa Blanca, que recomiendan pasividad ante las amenazas del energúmeno presidente electo, con la condescendiente excusa de que “él es así, ya lo sabemos, es un negociador que presiona duro a sus contrapartes”. Pues no.

El presidente de una nación tiene que ser como debe de ser, sobrio, prudente, ecuánime, educado, no como se le ocurre que puede ser, prepotente, patán, insolente y pendenciero.

De otro modo: si el magnate de los pelos anaranjados está acostumbrado al trato rufianesco, no debe extrañarle el ser correspondido con la misma moneda. Mal puede reaccionar como un puercoespín rabioso, enfurecido por los pinchazos de las púas del vecino.

Tiene razón Sheinbaum, en la relación bilateral se requiere de cooperación y entendimiento recíproco para afrontar los grandes desafíos regionales. Pero México tiene que jugar sus cartas con plena conciencia de su realidad geopolítica.

La asimetría en todos los órdenes hace absurdo y peligroso para nuestro país entrar en una confrontación diplomática, comercial o –ni pensarlo siquiera—bélica. Estamos, por doloroso que sea, en manos de la potencia vecina; somos su Ucrania.

“Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, solía decir con realismo el oaxaqueño Porfirio Díaz. Lo corroboran toda una historia de abusos e intromisiones en asuntos internos mexicanos y tres invasiones del suelo patrio.

Ya son varias las generaciones de “norteamericanos nacidos en México”, desde cuando Monsiváis denominó así a la suya propia, en los años 80. Con todo, fue falaz y pecó de ingenuo el Presidente López Obrador, en octubre de 2021, cuando en una reunión con funcionarios estadunidenses encabezados por Antony Blinken afirmó que ahora se dice “Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos.” 

Es manifiesta la hostilidad de los gobiernos norteamericanos. Por lo mismo, la defensa de nuestros intereses nacionales exige el despliegue de una diplomacia multilateral intensa, cuidando de no desatar rugidos cavernosos allende el Bravo.

Y, no es osadía propinarle de vez en vez merecido tatequieto al vecino barbaján, tal como hizo por carta nuestra Presidenta.

La advertencia de reciprocidad comercial aplacó por unas horas al troglodita, quien conversó por teléfono con la mandataria, aunque luego intentó volver a las andadas. “¡Fue una conversación muy productiva!”, dijo, emocionado y hasta cortés, sólo para deslizar enseguida descomunales mentiras.

Aseguró que “ella aceptó detener la migración a través de México y hacia los Estados Unidos, cerrando así de manera efectiva nuestra frontera sur”, y más explícito dijo que “México impedirá que la gente pase por nuestra frontera sur, con efecto inmediato”.

Sheinbaum aclaró los términos de la conversación y el gringo, sabedor de que hay grabaciones de lado y lado, ya no dijo ni mu, aunque cesó sus buenas maneras. 

En palabras del autor de ese himno antirracista que es La Juanbimbada (Angelitos Negros), Andrés Eloy Blanco, puede decirse que Trump se quedó “como el perro que apaga sus amorosos bríos, cuando hay un perro grande que le enseña los dientes”.

En modo alguno es descartable que en su trato a México el próximo mandatario de EU pretenda pasar de las palabras a los hechos; mas una cosa es querer y otra poder, así se trate del gobernante de la primera potencia mundial.

En todo caso, la mayor vulnerabilidad de nuestro país frente a los Estados Unidos no radica en el talante rústico de Trump, acicateado por el supuesto apuntalamiento de la desleal competencia comercial de China.

El mayor riesgo está afincado en el antipatriótico colaboracionismo –peor: la inadmisible invocación intervencionista– de nuestros modernos polkos con el gobierno gringo, triste reedición del que protagonizaron durante la guerra del 47, que culminó con el despojo por el Tío Sam de más de la mitad de nuestro territorio.

La creciente animadversión hacia México es resultado de la labor de zapa de la oposición mexicana, que a punta de mentiras y desmesuras ha buscado malquistar a nuestro gobierno con el vecino y crear la apariencia de que, ya en brazos del comunismo y controlado por el narco, nuestro país representa una amenaza para la potencia.

A la oposición –casi enteramente derechizada– tiene que atribuirse el que ahora se habla de “invasión suave” a México, mediante la incursión de fuerzas especiales y de comandos para asesinar y secuestrar mafiosos; ataques con aviones no tripulados y acometidas aéreas convencionales contra laboratorios de drogas e infraestructura de cárteles…

Y, además, de envío a México de “asesores” y entrenadores militares, guerra cibernética, redadas de capos, irrupción de equipos de exterminio… 

Nada de lo cual hemos visto en los Estados Unidos contra el gremio de médicos y la voraz industria farmacéutica, verdadera causantes de la terrible epidemia opioides.

BRASAS

Claudia Sheinbaum presentó el viernes su primera declaración patrimonial como Presidenta de la República, la cual la hace aparecer como indigente al lado de ciertos machucones. Uno de estos, el ¿abogado?, ¿mafioso?, Juan Collado Mocelo, balconeado horas antes por El Paíscon una estratosférica fortuna patentemente malhabida.

Gracias al Poder Judicial, el abogánster y testaferro de Carlos y Raúl Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto y La Gaviota Angélica Rivera, entre otros negociantes del poder, disfruta, con su mansión por cárcel, de una fortuna que ya en 2015 era de unos 450 millones de dólares, y contando.

La rememoración del diario español respecto a este pillastre se dio a propósito de que le fue hallado un testaferro –uno de quién sabe cuántos–, quien tan sólo en la Banca Privada d’Andorra guarda 15 millones de divisas verdes.

El hallazgo a Collado de fabulosas cantidades de dinero pone de presente la siguiente pregunta: Si el calanchín ha logrado amasar semejante riqueza inexplicable, ¿de qué tamaño es la montaña de oro acumulada por sus patrones? 

Porque hasta los niños de pecho suponen que parte del dinero descubierto al jurista en realidad pertenece a sus clientes más conspicuos, a quienes debe atribuirse en parte la tragedia de que nuestro país esté ahogándose en un baño de sangre.

Es cosa de recordar que Raúl Salinas de Gortari fue tildado de narcotraficante no sólo por su antecesor, Miguel de la Madrid, y la policía suiza, y acusado del asesinato de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu.

Nada de qué preocuparse. Los procesos contra Collado por lavado de dinero, delincuencia organizada y otras gracias han sido sobreseídos por sus amigos incrustados en el Judicial.

A los periodistas José María Irujo y Joaquín Gil les debemos el haber dejado viringos a Collado y sus compinches, de quienes exhibieron irrefutables documentos sobre adquisiciones de residencias, ranchos, centenares de cabezas de ganado, vehículos de alta gama, cuentas bancarias en varios países… 

Los haberes de Sheinbaum, en cambio, son escasos, pero sin mácula.  Fueron publicados en el portal DeclaraNet y develan que es una potentada frente a los habitantes de Coicoyán de las flores, Oaxaca, aunque una homeless frente a Collado y su banda:

Un departamento de 2 millones 700 mil pesos, un automóvil Aveo 2013 con valor de 164 mil 900 pesos, un fondo de inversión y una tarjeta de crédito de Bancomer, y 8 por ciento de acciones de las empresas Eli Cami y Cia –del sector manufacturero—y Sintacrom de México. Nada más.

RESCOLDOS

Con mucha pena y nula gloria pasó a retiro el ministro de la Corte Luis María Aguilar Morales. Fue la tapadera del megaevasor de impuestos Ricardo Salinas Pliego, quien le adeuda al Estado Mexicano la friolera de 41 mil millones de pesos. Sus congéneres lo despidieron entre lágrimas.

Mal se ve el pobre Justin Trudeau arrodillándose ante Trump. El primer ministro canadiense supone quizá que podrá domarlo con zalamerías. Y que conseguirá ocultarle el tsunami de inmigrantes indios que ya saturan ciudades como Toronto e intentan ingresar a Estados Unidos. En realidad, está cebando al rottweiller que va a zamarrearlo… 

aurelio.contrafuego@gmail.com

—————————————————————————

Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

Share post:

spot_img

Popular

More like this
Related

“Primero los pobres”

Carlos R. Aguilar Jiménez “Por el bien de todos, primero...

Primer concurso biocultural del Maguey-Maíz FCA UNAM-Oaxaca

El pasado 20 de noviembre, se realizó el Primer...