Carlos R. Aguilar Jiménez
Durante el equinoccio de primavera que ocurre el 21 de marzo, cuando el sol en su camino del Trópico de Capricornio o Solsticio de Invierno, llega al Ecuador celeste y terrestre y las noches y días duran el mismo tiempo, miles de personas con mínima cultura científica, acuden vestidas de blanco a Monte Albán, Teotihuacán o Chichen Itzá, para según ellos “recargarse de energía”, como si fueran paneles solares con acumulador o plantas con fotosíntesis, Y sí, escribo con mínima cultura científica, es porque además se visten de blanco, tono que refleja toda la radiación.
Los que asisten a zonas arqueológicas recargarse de energía, debían vestirse de negro, porque el negro absorbe toda la radiación o energía; el blanco la refleja, no obstante, si en verdad alguien quiere cargarse de energía, puede hacerlo comiendo azúcar – glucosa, dulces, chocolates, grasa-lípidos, carbohidratos y otras sustancias que proporcionan al organismo energía, no la radiación solar directa que lo que hace con el cuerpo al exponerlo a los rayos de sol equinocciales, es provocar insolación, quemaduras de piel, deshidratación e incluso peligrosos golpes de calor.
No somos vegetales fotosintéticos, no tenemos clorofila en la piel ni procesos fisiológicos o metabólicos que permitan absorber o almacenar directamente la energía del sol, nunca, ni en equinoccio de primavera, solsticio o ascio, así que la única forma de recargarnos de energía es mediante el consumo de alimentos, que antes absorbieron la energía del sol, y estos son los vegetales y en cadena trófica después la carne de los que comieron vegetales: carnívoros y omnívoros.
Por falta de información científica y por seguir lo que dice la vecina o las redes, quienes creen que se cargan de energía acuden multitudinariamente a zonas arqueológicas el 21 de marzo, cuando deberían ir, si cargarse de energía fuera posible exponiéndose al sol, debían hacerlo, en el caso de Monte Alban, el día ascio, el 8 de mayo, cuando el sol llega al cenit, al meridiano e ilumina la cámara sagrada del Edificio P, alineada con el horizonte y el Observatorio y, lo mismo respectivamente, en cada zona arqueológica según su latitud.
En Oaxaca de Juárez, donde tenemos un Observatorio Astronómico Municipal, público y de acceso libre, este viernes 21 de marzo, desde las 10:00 horas, habrá actividades de divulgación científica y observaciones telescópicas del sol, iniciando con una conferencia a las 10:15 respecto de la energía solar, su fuente-combustible y la vital importancia que tiene para la vida en la Tierra, continuando a las 11:00, con un Taller de Construcción de relojes de sol-sombra y la vigilancia, medición y observación de la trayectoria del sol hasta llegar al ecuador celeste, iniciando para nosotros la primavera y para el sur del mundo, el otoño, ofreciendo a todos los asistentes, cargarse de energía con dulces, galletas, jarabe de agave y chocolate prehispánico.
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