A invitación del Poder Judicial, la socióloga Judith Bautista Pérez impartió la conferencia El racismo, interculturalidad y perspectiva de género
El grupo más discriminado en la sociedad mexicana son los indígenas, que además de ser objeto de un trato desfavorable o de desprecio por sus características físicas y color de piel, enfrentan situaciones como la pobreza, menos escolaridad que el resto de la población y falta de acceso a los servicios básicos así como a oportunidades laborales, afirmó la socióloga Judith Bautista Pérez, originaria de la comunidad de San Juan Atepec, Ixtlán.
Con su ponencia “El racismo, interculturalidad y perspectiva de género” concluyeron las actividades de la jornada organizada por la Dirección de Derechos Humanos del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial, en el marco del 10° Aniversario de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, durante las cuales se analizaron los avances y retrocesos que presenta México en este tema.
Al ser los Derechos Humanos y la perspectiva de género herramientas que permiten a los juzgadores cumplir con su obligación de garantizar el principio de igualdad y no discriminación, en la administración del Magistrado Raúl Bolaños Cacho es prioridad su incorporación plena en la actuación cotidiana de los servidores públicos que laboran en la institución.
En su ponencia, la investigadora puntualizó que las mujeres indígenas se enfrentan a una violencia cotidiana que se ejerce contra ellas por motivos de género, agravada por la discriminación a causa de su origen étnico; además, consideró que actualmente se viven en el país momentos de una mayor violencia hacia los indígenas como lo muestran las altas cifras de homicidios.
Las mujeres somos uno de los grupos oprimidos más grandes, ya que representamos el 51% de la población total del mundo y el racismo, el clasismo y las denominadas brechas generacionales nos separan entre nosotras y crean diferencias que en vez de enriquecernos y unirnos, nos dividen, resaltó la académica e integrante del Colectivo para eliminar el racismo en México, COPERA, que tiene como objetivo desarrollar una serie de iniciativas para hacer el racismo visible y público en el país.
La investigadora, expuso que el racismo y el sexismo son problemas que tienen expresiones cotidianas en acciones y actitudes de las autoridades y de los ciudadanos por igual, lo que frena el desarrollo; además, las mujeres de pueblos originarios necesitan realizar un doble esfuerzo para ser reconocidas en las diferentes actividades que desempeñan.
La socióloga, quien ha sido coordinadora de la Red Interdisciplinaria de Investigadores de los Pueblos Indios de México, expuso como ejemplo su propia experiencia en el ámbito académico y señaló que para ella el estudio del fenómeno del racismo es su forma de activismo y lucha.