Carlos R. Aguilar Jiménez.
De todos los meses del año, en plena primavera, Mayo es el mes más ardiente y todos sus días son calientes, tórridos y especialmente luminosos y coloridos debido a que el Sol se ubica en esta temporada exactamente en la vertical de la latitud de Oaxaca; que como bien sabemos el astro dios no sale siempre en el mismo lugar del horizonte, ni se pone, debido a que el eje de rotación de la tIerra:está inclinado respecto del plano de traslación, así que en mayo en la trayectoria solar del ecuador rumbo al solsticio de verano que se ubica en el Trópico de Cáncer, se ubica en Mayo encima de Oaxaca, posicionándose exactamente en el meridiano, en la perpendicular, el 8 de mayo, día ascio, que significa sin sombra.
Al iniciar mayo entre las 11 y 15 horas ninguna banqueta de las calles tiene sombra y el sol calienta prácticamente todo el suelo, elevando la temperatura del cemento, pavimento, azoteas y todo donde inciden los rayos solares hasta 35 grados, y si a esta alta temperatura sumamos el calor que generan miles de motores de coches calientes, la ciudad se vuelve ardiente y caliente al mediodía. porque no hay dónde protegerse de los verticales y energéticos rayos solares, que si para mal nos agobian y hasta pueden producir golpes de calor y deshidratación, lo que vale es que esta radiación electromagnética solar está calentado el océano Pacífico y Atlántico, evaporando miles de kilómetros cúbicos de agua que luego, durante la temporada de huracanes, se precipitan como lluvia en todo el estado, recargando mantos freáticos y todo cauce de agua.
Nuestros antepasados, quienes construyeron Monte Albán, consagraron el 8 de mayo, el día que no hay sombra y todo es ardiente, caliente y brillante, porque la luz del sol al mediodía llega hasta el espejo de agua en la profundidad de los pozos, desaparece la sombra de edificios y postes, por lo que desalinearon el edificio J respecto de la simetría de la Plaza Ceremonial, para indicar en el horizonte el lugar donde aparece el sol el día ascio, indicándose también en el edificio P que se encuentra en la misma dirección, alabando a su Dios principal durante siglos, el Sol, hasta que lo dieron de baja los católicos europeos para imponer a fuerza de armas, gérmenes y acero a su Dios. Antes de la Conquista el día más importante, venerado, sagrado y respetado de todos, era el 8 de mayo, día del que hoy casi ni quien se acuerde, excepto los astrónomos del Observatorio Astronómico Municipal, que este 8 de mayo, desde las 10 y hasta las 15 horas vigilarán la desaparición de la sombre, impartirán conferencias, talleres de construcción de relojes de sol y enseñaran como se utiliza una armilla y astrolabio. El acceso será libre y gratuito, Les esperamos.