Ismael Ortiz Romero Cuevas
Ser niño no significa tener menos de 11 años, significa poder resolver muchas cosas con la eficacia, astucia y hasta sabiduría con que lo hacen. Ser niño es no perder la capacidad de asombro ante la vida y recordar que las cosas simples como los helados, mojarnos en la lluvia, reír sin parar por alguna simpleza, abrazar por el simple hecho de querer hacerlo o consentirnos y revivir alguna película que en nuestra infancia o adolescencia haya sido significativa por algo.
Hoy, como festejo de este día del niño, ¿por qué no recordamos algunas películas emblemáticas que nos hicieron pasar un rato increíble? Si estás leyendo este artículo y no habías nacido cuando estas películas se estrenaron, créeme, no te vas a arrepentir si es que no las has descubierto. Si eres de mi edad, algo así como de treinta y algo, seguro, vas a recordar algunas anécdotas estupendas. Vamos:
1.- E. T. El extraterrestre (1982)
Director: Steven Spielberg
Una cinta que sin temor a equivocarme, ha sido un referente en el género y aunque los de mi generación estábamos en realidad muy pequeños cuando se estrenó, la descubrimos gracias a los reestrenos en el cine, su transmisión en televisión o por verlas los fines de semana por la mañana, cuando la rentábamos en el video club en formato Beta o VHS. Hoy, gracias al DVD y BluRay, la podemos ver remasterizada y con el audio a su máxima potencia. La historia de Elliot (Henry Thomas) ha conmovido a generaciones; E. T., es sin duda un clásico atemporal.
2.- La princesita (1995)
Director: Alfonso Cuarón
La primera cinta que dirigió en Hollywood Alfonso Cuarón fue justamente ésta, y es una adaptación libre del libro del mismo nombre de la autoría de Frances Hodgson Burnett y de la que se hizo también una versión en 1939. No podemos olvidar la emoción y grandes actuaciones que nos deja esta película que también significó la primer nominación al Oscar para Emmanuel “El chivo” Lubezki por la magnifica fotografía. Es importante mencionar que el papel de la villana, Miss Minchin, es interpretado por Eleanor Bron, aquella legendaria actriz y productora británica en quienes Lennon y McCartney se inspiraron para escribir el tema “Eleanor Rigby”. Hasta la fecha, “La princesita” conserva la calificación del 97% de críticas positivas y Certificado de Frescura en Rotten Tomatoes.
3.- Papá por siempre (1993)
Director: Chris Columbus
Basada en la novela “Alias Madame Doubtfire” de Ann Finne, ésta es sin temor a equivocarme, la película que hizo a Robin Williams un ídolo para nuestra generación, no solo por su extraordinaria actuación, sino porque descubrimos su gran talento y capacidad para el acentos británico. Quiero aclarar a todos los chicos millennials que en esa época, las películas sólo se exhibían subtituladas en el cine, por lo que era perfectamente audible la forma magistral en que Williams hablaba el acento de Sheakespeare e imitaba nada menos que a la reina Isabel II; en el doblaje al español, la señora Doubtfire habla como española con un acento demasiado fingido. “Papá por siempre” es y será perpetuamente, un documento legítimo del talento de Williams y una película que deja constancia que los padres siempre serán unos verdaderos súper héroes.
4.- El rey león (1994)
Directores: Rob Minkoff y Roger Allers
No podemos dejar de incluir en este conteo este clásico de Disney que este año cumple sus 25. Con música de Elton John y Tim Rice, “El rey león” se ha convertido en una historia que sigue emocionando a las personas al paso de los años. El Hamlet de Disney es una película llena de grandiosa música, excelentes diálogos y personajes entrañables. ¿Quién no se sigue emocionando con aquella apoteósica entrada y el grito bellísimo y estruendoso de Lebo M?
5.- Liberen a Willy (1993)
Director: Simon Wincer
La historia del niño y la ballena con la canción “Will You Be There” de Michael Jackson, hicieron de esta película un gran fenómeno a inicios de la década de los noventas y en México se volvió la sensación, pues una parte fue filmada en el parque de atracciones “Reino aventura” (Hoy Six Flags) y Kéiko, la ballena que era atracción del parque, la protagonista de la historia que conjuntaba dos almas solitarias con ansias de una familia; no importaba que los amigos fueran un niño y una orca macho. El niño protagonista, Jason James Ritcher que interpreta a Jesse, jamás volvió a hacer una cinta con el éxito similar al de “Liberen a Willy”, incluso, cuando intentaron realizar una secuela que fue un rotundo fracaso. Sin embargo, la primera, la original, nos hizo fascinarnos a todos con esa química que el actor pudo lograr con la hoy fallecida Kéiko.
Amigos, me han faltado un sinfín de películas para recordar, pero espero que esta lista al menos, les haya hecho recordar grandiosos momentos y redescubrir estas grandiosas cintas.