Carlos R. Aguilar Jiménez
Como cada tres años al iniciar un nuevo ciclo del Ayuntamiento en Oaxaca de Juárez, las expectativas e ilusiones de los habitantes del municipio de la capital son elevadas, principalmente ahora, cuando, como en la fallida administración anterior se espera lo máximo de las autoridades o por lo menos cumplan con lo prometido, resultando siempre más de lo mismo o peor, en el último trienio porque si bien son pocos quienes entienden la conducta de políticos y todavía les creen, los escépticos informados, siempre dudan porque su técnica es: mentir para ser populares, no obstante, con el beneficio de la duda se espera de cada nueva administración municipal lo mejor.
Terminó el primer trienio de la autodenominada 4T, que si bien para los devotos seguidores del presidente de la República, su ideología sería la misma en todos los cargos de elección popular como en el municipio de Oaxaca, la realidad, como se ha demostrado, es diferente porque si obtuvieron el triunfo electoral, no se debió a méritos, trayectoria política, pundonor o promesas de campaña, sino a la inercia del aura mística de AMLO, que mientras esté en el poder su avasalladora popularidad hará ganar a todos los candidatos de su partido, como era el PRI antes, así que al asumir el cargo las autoridades municipales este inicio de año tienen la responsabilidad de reivindicar a su partido con quienes los eligieron, demostrando capacidad, conocimiento de causa, inteligencia y especialmente hábil manejo político para resolver conflictos, evitando la torpeza, improvisación e indolencia del Ayuntamiento saliente, que nunca se ganó la “H” de honorable, quienes no cumplieron con lo prometido, sino que además, como nunca había sucedió en los últimos 50 años, por primera veza dejaron de pagar salarios y aguinaldos a trabajadores, quienes tuvieron que bloquear la ciudad para conseguir su sueldo, sin considerar problemas con basura, seguridad, bacheo, semáforos, cultura o ciencia y tecnología donde se nombró para vergüenza de Oaxaca, ocupara el cargo a quienes ni idea tienen de conceptos básicos de ciencia, como una ex subdirectora de Ciencia y Tecnología de cuyo nombre afortunadamente no me acuerdo, quien solicitó al Observatorio Astronómico observar con un grupo al planeta rojo, astro que para todos es Marte, enterándose después que no, porque para la ex subdirectora, se trataba de un planeta de una constelación mística, de otra dimensión o de un universo paralelo, que astronómica y científicamente no existe, no aparece en ningún catálogo estelar ni mapa celeste, demostrándose así el paupérrimo conocimiento científico y supersticiones de quien debía ser alguien con conocimiento básico de ciencia, tecnología o filosofía científica, de tal manera que, la expectativa de cambio y reivindicación, no únicamente en ciencia, sino en seguridad, servicios, salud, turismo, cultura deben ser superiores en este Ayuntamiento a las de la tristemente célebre alcaldía saliente hasta ahora en plena impunidad y desprestigio total para los oaxaqueños y la 4T fracasada.